Un empresario de origen chino ha sido condenado en Palma a medio año de prisión por tener en una nave en el polígono de Son Castelló más de 3.200 pares de sandalias y cerca de 5.000 barajas de naipes españoles falsificadas. La Guardia Civil se incautó en su almacén a principios de 2010 de miles de productos que eran imitaciones de artículos de marca original. En concreto, los efectos eran falsificaciones de zuecos de la empresa Crocs y cartas de la entidad Heraclio Fournier, lo que les supuso un grave perjuicio económico, según la fiscalía.

El acusado, un ciudadano chino de 37 años afincado en la isla, confesó los hechos hace varios días y se declaró responsable de un delito contra la propiedad industrial ante la magistrada de un juzgado de lo penal de Palma.

La juez le impuso una pena de seis meses de cárcel, así como una multa de doce meses con una cuota diaria de dos euros. Además, en vía de responsabilidad civil, el imputado deberá indemnizar a las dos empresas perjudicadas, Crocs y Heraclio Fournier, con 2.000 euros para cada una por los perjuicios económicos sufridos. Por otro lado, el juzgado de Palma acordó la destrucción de todos los efectos falsos intervenidos por los investigadores.

Los hechos ocurrieron hace dos años en Palma. El pasado 26 de febrero de 2010 los agentes de la Guardia Civil accedieron a la nave industrial que el sospechoso tenía en el polígono de Son Castelló, en la calle Gremi Sabaters, y descubrieron miles de artículos falsificados.

Sandalias para niños

Los investigadores encontraron en el almacén multitud de sandalias de goma de talla infantil y múltiples barajas de cartas.

Tras una detenida inspección ocular en el recinto, los guardias civiles que actuaron en el polígono palmesano comprobaron que los efectos no eran artículos originales, sino que se trataban de imitaciones. En concreto, las zapatillas infantiles aprehendidas eran falsificaciones de los zuecos modelo Cayman de la entidad Crocs. Mientras, las cartas intervenidas en realidad resultaron ser una imitación de la baraja de naipes españoles, cuyo diseño pertenece a la empresa Heraclio Fournier, que es la titular de los derechos exclusivos de propiedad industrial e intelectual, según la versión del ministerio fiscal. En total, los agentes se incautaron de 3.240 pares de sandalias y 4.896 barajas.

Todos estos efectos intervenidos por la Guardia Civil en fechas anteriores habían sido importados desde la República Popular de China y disponían del documento correspondiente de Aduanas. Según la tesis de la acusación pública, el empresario chino imputado guardaba los artículos falsos en su nave del polígono de Son Castelló, en Palma, con la intención de distribuirlos en establecimientos comerciales de la isla.