Se busca nombre para unos pies. La Guardia Civil y un equipo forense tratan de averiguar a quién pertenecen las extremidades humanas, calzadas con deportivas de marca, que han aparecido a lo largo de esta semana en la playa del Port des Canonge, en Banyalbufar. Los investigadores apenas albergan dudas de que corresponden al cadáver descompuesto de un hombre que el mar devolvió a tierra allí mismo hace ahora un mes. Siguen sin poder poner nombre al cuerpo y, aferrados al ADN para tratar de resolver el enigma, no descartan que se trate de uno de los siete pasajeros del Costa Concordia, el crucero naufragado el 13 de enero en la isla italiana de Giglio, que siguen desaparecidos. No sería la primera vez que un cuerpo recorre caprichosamente cientos de millas en el mar.

Lea la noticia completa en la edición impresa

Adquiera el PDF de Diario de Mallorca