Una discusión de tráfico entre dos hombres, ambos de nacionalidad española, en una finca privada fue zanjada abruptamente por uno de ellos. Un hombre de 62 años sacó un cuchillo de grandes dimensiones y se lo clavó al otro, de 37 años. La puñalada le alcanzó a la víctima el costado izquierdo.

Los hechos ocurrieron ayer sobre las dos y media de la tarde en un aparcamiento comunitario subterráneo de un edificio, situado en la confluencia de las calles Cirerer y Heura, en el barrio palmesano de Es Rafal.

Por razones aún no determinadas, entre las dos personas se inició una acalorada discusión. De repente, el hombre de edad más avanzada sacó un cuchillo de grandes dimensiones que portaba consigo. Antes de que el otro pudiera reaccionar, el agresor se lo clavó en el costado izquierdo.

Al lugar donde se produjo la agresión con arma blanca se trasladaron en primera instancia agentes de la Policía Local de Palma. Los funcionarios detuvieron al atacante por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.

Instantes después, las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hasta el lugar del suceso a bordo de una UVI móvil. Los facultativos estabilizaron a la víctima y la trasladaron hasta el hospital Son Espases. El herido quedó ingresado en la UCI del centro hospitalario.

En un principio, los temores de los facultativos se centraban en que la cuchillada hubiera alcanzado un órgano vital de la víctima. La cuchillada se sospechó que pudiera haberse adentrado por la axila izquierda. Finalmente se localizó la herida en la región costal del agredido.

Los agentes de la Policía Local, por su parte, abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon a la agresión con arma blanca. Una de las principales incógnitas que se plantearon los funcionarios era averiguar el motivo por el que el agresor portaba consigo un cuchillo de grandes dimensiones y, como se demostró, no tenía reparos en utilizarlo.

Tensión de tiempo atrás

El agresor y el agredido compartían el mismo aparcamiento subterráneo de la finca comunitaria. Las pesquisas apuntan a que la animadversión de uno a otro podrían venir de mucho tiempo atrás. El detonante exacto que desencadenó el violento ataque con un cuchillo mientras estacionaban sus vehículos está aún por determinar.

En primera instancia, el detenido por la cuchillada en el aparcamiento comunitario de la calle Cirerer fue trasladado a las dependencias del Cuartel de Sant Ferran de la Policía Local. Allí permaneció mientras los policías se encargaban de efectuar las primeras diligencias. No obstante, los funcionarios tenían previsto trasladar al detenido hasta la Jefatura Superior de Policía, en la calle Simó Ballester, para que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se encargaran de completar la investigación.

A continuación, el caso fue remitido a los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial para que reconstruyan cómo se produjo la agresión con arma blanca. Una de las primeras pesquisas de los funcionarios va dirigida a tratar de determinar con exactitud cuál fue el móvil del ataque.