La Platja de Palma volvió a ser la pasada noche el escenario de una pelea multitudinaria, en la que dos jóvenes turistas resultaron heridos, uno de ellos con una fractura nasal que justificó su atención hospitalaria. Se da la circunstancia que el incidente se produjo en el mismo bar en el que la semana pasada un joven sufrió graves lesiones al ser, presuntamente, golpeado por el portero del local, que tuvo que ser detenido por un delito de lesiones, ya que la víctima tuvo que ser hospitalizada.

Según informó la Policía Local de Palma, este último incidente ocurrió sobre las dos de la madrugada de ayer. A esa hora varios agentes estaban realizando un servicio de seguridad por la zona de la Platja de Palma. Varios jóvenes, uno de ellos con la cara ensangrentada, solicitaron ayuda a la Policía ya que había unos individuos corpulentos, que se caracterizaban por los tatuajes que llevaban en los brazos, que estaban protagonizando una trifulca en el interior del local.

No detallaron el motivo de la pelea, pero sí explicaron que a la víctima la habían arrojado al suelo y acto seguido le propinaron varias patadas en la cara.

A los segundos otro joven extranjero pidió también ayuda a la Policía Local. El turista presentaba la cara llena de golpes y denunció que le habían agredido cuatro individuos cuyas características físicas coincidían con las descritas por la otra víctima.

Al tratarse de individuos muy corpulentos, los policías pidieron refuerzos. Hasta siete patrullas se presentaron en el lugar de los hechos. Mientras llegaban los agentes el portero del local salió también a pedir ayuda y detalló que los cuatro individuos se estaban dedicando a arrojar jarras de cerveza a los clientes, lo que había provocado el inició de una pelea multitudinaria.

Una vez que llegaron los refuerzos la Policía entró en el local. Los cuatro turistas alemanes se mostraron calmados. No hicieron ningún intento de huir, al contrario, se mostraron incluso colaboradores. A simple vista parecía que se encontraban bajo los efectos del alcohol.

La Policía Local les obligó a que salieran del local. Una vez en la calle tuvieron que identificarse. Se les realizó un registro de sus pertenencias. Uno de ellos llevaba droga encima. Los cuatro fueron llevados a los calabozos policiales.