"Hay una máxima en el póquer que dice que en una partida hay que buscar de inmediato quién es el primo al que desplumar. Y si al cabo de dos o tres apuestas no lo has encontrado es que el primo eres tú". El subinspector de la Policía Nacional Rafael Vich sabe de lo que habla. Es el jefe del Servicio de Control de Juegos de Azar, más conocida como la Brigada del Juego, un grupo de policías encargados de controlar que los salones y máquinas de juego autorizados cumplen con las normas, y al mismo tiempo combatir la organización de juegos con apuestas ilegales. La decena de operaciones desarrolladas por este grupo en los últimos meses han desvelado las grandes cantidades que mueven estas timbas. En ellas fueron identificadas decenas de personas y se intervinieron más de 65.000 euros que estaban en juego.

Las investigaciones realizadas por la Brigada del Juego revelan también los distintos ámbitos en que se practica el juego ilegal. Por un lado están las timbas frecuentadas por españoles, donde el poker hold´em texas ha desbancado a las partidas tradicionales del monte o los dados, y donde se apuestan grandes cantidades de dinero. Otro colectivo vinculado al mundo del juego ilegal lo forman los inmigrantes chinos. Practican una modalidad de póquer conocido como poker-soja o el mahjong, parecido al dominó español. Los investigadores han descubierto una peculiaridad entre los chinos asiduos al juego: todos son oriundos de las mismas provincias: Fuijan y Zheijan. Por último están alemanes y austriacos, principales clientes de los casinos ilegales detectados.

Estas son algunas de las principales intervenciones realizadas por la brigada en los últimos tiempos:

–Operación Dado. Desarrollada en febrero de 2008, permitió desmantelar un piso particular y un bar de Manacor donde se reunían numerosas personas, españoles sobre todo, para jugar a los dados y al póquer. El día de la intervención fueron identificados 35 jugadores y se intervinieron unos 18.000 euros. Contaban incluso con un crupier profesional.

–Operación Dominó. El 16 de mayo de 2008, los agentes de la brigada irrumpen en un salón de juegos regentado por un suizo en la Playa de Palma. Era un local de apuestas por Internet con varias máquinas tragaperras, sin ningún tipo de permiso. El establecimiento, sin embargo, deparaba una gran sorpresa: al apartar una de las máquinas, los agentes reparan en un agujero en la pared. Lo examinan y descubren una puerta falsa. Tras ella había todo un casino clandestino, con ruleta, mesas de dados y black-jack y máquinas de primera categoría. "Entonces entendimos la enorme afluencia de personal que habíamos detectado que acudía todas las noches al garito, muchas veces furgonetas repletas de turistas", comenta el subinspector Vich.

–Operación Mandarín. Los agentes arrestan en octubre de 2008 a tres chinos de Fuijan que presuntamente utilizaban una fórmula desconocida hasta entonces en Mallorca para estafar jugando a las tragaperras: utilizaban monedas legales pero pintadas de negro que no eran detectadas por el lector de las máquinas. Metían una moneda y pedían la devolución, con lo que recibían una moneda sin pintar. Así hasta que llenaban todo el cajón de monedas pintadas, y empezaban a jugar. Cuando ganaban un premio, por pequeño que fuera, la máquina no detectaba las monedas negras, y las expulsaba todas.

–Operación Ficha. En enero de 2009 fueron desmantelados en Palma dos locales, un bar y un locutorio, utilizados asiduamente como salones de juegos por ciudadanos chinos. En la operación se intervinieron 17.400 euros que estaban en juego en partidas de mahjong.

–Operación Rondo. El 17 de abril de 2009 los policías hicieron una redada en plena Plaza de las Columnas, en Palma, donde habían detectado que se reunían nutridos grupos de chinos a jugar delante de todo el mundo. Había tres partidas de poker-soja en marcha, y además la gente de alrededor hacía apuestas sobre el juego. De los 22 identificados, trece fueron arrestados por estancia ilegal en España. Se intervinieron 3.500 euros.

–Operación As de Oros. En mayo del año pasado los policías irrumpieron en una casa de campo de Lloret, donde habían averiguado que dos ex crupieres, muy conocidos en ámbitos policiales, organizaban partidas de poker hold´em Texas. El dueño de la casa se defendió diciendo que jugaban sin dinero, pero se intervinieron 14.000 euros de una única partida. Fueron identificadas trece personas, que tenían preparada comida y bebida para jugar durante horas.

–Operación Tinte. Desarrollada el pasado diciembre, permitió desmantelar una timba instalada en la trastienda de una peluquería china en la calle Adrià Ferrà, en Palma. Los policías habían estado vigilando el local y constataron que los numerosos clientes salían con el mismo peinado con el que entraban. En su interior identificaron a 25 personas jugando al poker-soja con 7.600 euros en las mesas.

–Operación As de Copas. La última intervención relevante desarrollada por la brigada el 5 de febrero permitió descubrir que un bar aparentemente normal del Polígono de Son Castelló se convertía en un garito de juego por las noches. Los agentes se decidieron a actuar al detectar la presencia en el local de un ex crupier, bien conocido en el mundillo del juego, del que se sabía que no jugaba sin importantes cantidades por medio. Los participantes eran españoles, trabajadores que se jugaban mucho dinero. La Policía decidió intervenir antes de que fuese a más. Interrumpieron una partida de póquer en la que seis personas tenían 4.600 euros en juego.

Uno de los servicios más polémicos de la Brigada del Juego fueron los controles realizados en los bingos populares que se realizaban en distintas fiestas de Palma y la Part Forana durante el verano pasado. La Policía actuó a requerimiento de la Conselleria de Interior, ya que se había detectado que se llegaban a pagar importantes cantidades por el bingo, de hasta 1.000 euros, y que se jugaba delante de menores y con las presencia de personas "autoprohibidas", ludópatas que han solicitado que se les niegue el acceso a los casinos y salones de juego. Los policías realizaron vigilancias en siete fiestas, y comprobaron que no se celebraban los bingos prohibidos.

La brigada, además, realiza una labor mucho más discreta, en colaboración con la Conselleria de Interior, con inspecciones en los 130 salones de juegos legales y cientos de bares con máquinas tragaperras que hay en Mallorca, para comprobar que tienen los permisos y las máquinas en regla.