La fiscalía solicita penas que suman 18 años de prisión para un hombre acusado de violar a dos mujeres en las inmediaciones de Campos. El ministerio público reclama también sendas indemnizaciones de 10.000 euros y la prohibición de aproximarse y comunicarse con las víctimas por un periodo de tres años.

El imputado, de 31 años, compareció ayer por la mañana en la Audiencia Provincial de Palma, donde estaba previsto que se iniciara el juicio. Finalmente, la vista se suspendió y se aplazó para el próximo mes de enero.

Los hechos se remontan a finales de 2002. Según la versión del fiscal, el pasado 2 de noviembre sobre las cinco y media de la madrugada, el procesado abandonó un pub de Campos junto con una mujer con quien mantenía una relación de amistad. Acto seguido, ambos se sentaron en un banco en la calle y tras besarse, cuando la joven se disponía a abandonar el lugar, el hombre presuntamente la agarró por los brazos, la tiró sobre el banco, la inmovilizó e insistió en mantener relaciones sexuales con ella. La víctima se negó y el acusado supuestamente le dijo que le hiciera una felación. La mujer se resistió, pero nuevamente fue agarrada por los brazos y arrojada al suelo. El hombre presuntamente la forzó y luego le bajó a la fuerza los pantalones, le subió el jersey, y se masturbó, según el fiscal.

En Navidad

Un mes después, en Nochebuena, sobre las cinco de la mañana del 25 de diciembre de 2002, el procesado se ofreció a acompañar a su casa a una mujer, a la que conocía. Ambos salieron de un pub de Campos y el hombre supuestamente paró el vehículo en un camino adyacente a la carretera del pueblo, un lugar oscuro y poco transitado. El sospechoso cerró los pestillos y le dijo que le tenía que realizar una felación, según el relato de acusación. La perjudicada se opuso y él supuestamente la agarró del cuello y luego hizo que le tocara con la mano. La mujer se resistió pero el procesado la obligó a bajarse los pantalones y, ante la amenaza de que la enviaría al cementerio, la agredió sexualmente, según la fiscalía.

El acusado nuevamente la cogió por el cuello, la forzó y luego empezó a masturbarse. Finalmente, el hombre acompañó a la víctima un tramo del camino hasta que la dejó que se marchara caminando y la amenazó para que no explicara lo ocurrido, según la versión de la acusación pública.