Rudolph Eberhard M., el alemán de 71 que fue detenido a finales de julio como presunto autor de la muerte de su mujer, Katarina Buechler, de 63, que recibió un disparo en el pecho en su domicilio de Cala Murada, en Manacor, insistió en que se trató de un accidente, ya que el arma se le disparó cuando la estaba limpiando. Según relató el detenido, había comprado legalmente la carabina hace más de 30 años cuando residía en Australia, aunque no tenía licencia de armas en España. El anciano añadió que siempre guardaba el arma cargada porque tenía miedo a los ladrones.

En sus declaraciones realizadas en el juzgado de guardia de Manacor tras ser detenido, Rudolph Eberhard M. realizó un relato detallado de cómo se produjo la muerte de su pareja. Según dijo, siempre guardaba la carabina cargada por miedo a que entraran ladrones en su casa, ya que había habido recientemente varios robos en domicilios de la zona.

Ese día decidió limpiar el arma con aceite, así que la descargó. Cuando hubo concluido la limpieza la volvió a cargar, pero entonces se percató de que había quedado una mancha de aceite en el cañón. Cuando lo frotaba para quitarla se le disparó sin querer. El tiro alcanzó de lleno a su mujer a través de la ventana.

El alemán reconoció que mintió en sus primeras declaraciones, cuando dijo que el asesino era un intruso desconocido que se había escapado por el jardín, y que escondió la carabina tras el rodapié de la cocina. Dijo que lo hizo porque le entró pánico al ver que la mujer estaba muerta.

Respecto al arma, explicó que la tenía en su poder desde hacía más de 30 años. La compró en Australia, donde residió durante un largo tiempo, y la utilizaba para cazar. Dijo que la había comprado legalmente allí, y que incluso conservaba la factura. Sin embargo, no tenía licencia de armas en España.

La carabina, un modelo muy antiguo, estaba en perfecto estado de uso.