Digitalización. Sector agroalimentario

Telefónica conecta la agricultura con una productividad más eficiente

Invernaderos digitalizados, riego inteligente, dispositivos IoT que recaban datos sobre el estado del suelo, Big Data... La tecnología está transformando el campo y permitiendo la optimización de los recursos.

Smart Agro

Smart Agro

Tecnologías como Internet de las Cosas, el Big Data, la Inteligencia Artificial y la conectividad 5G son capaces de mejorar la producción del sector agroalimentario. Esta revolución se conoce como Smart Agro y busca cambiar la forma en la que los productores agropecuarios cultivan, protegen y gestionan sus cultivos hacia modelos más sostenibles. 

El sector agroalimentario español es uno de los más productivos y mecanizados en Europa, pero se enfrenta a importantes retos de competitividad, seguridad y estándares de calidad, mano de obra y sostenibilidad, donde la digitalización y robotización avanzada serán la clave.

Digitalizar y conectar el ciclo agrícola

La llegada de las tecnologías digitales a la producción agrícola y el uso de la conectividad en este ámbito está convirtiendo en “inteligente” este sector productivo, optimizando al máximo el ciclo agrícola.  

La creación de soluciones digitales busca aumentar la eficiencia en el uso de recursos, para poner el foco en la reducción del desperdicio y la optimización de la producción agrícola. Así, con el uso de las herramientas que facilita la digitalización del sector agroalimentario, los agricultores pueden monitorear y gestionar un buen número de tareas, para hacer un uso más eficiente de los recursos y aumentar la productividad. 

Tecnología para una agricultura de precisión

Reducir la brecha digital en el campo es imprescindible entre otras cosas porque, en la actualidad, se enfrenta a uno de los grandes desafíos del siglo XXI: alimentar a una población cada vez más numerosa.

Para hacer frente a estos problemas, empresas como Telefónica han impulsado el cambio de modelo de una agricultura tradicional a uno agro-digital, la Agricultura Inteligente, para llegar a ofrecer soluciones como los invernaderos inteligentes o la agricultura de precisión, que emplea dispositivos y sensores IoT para captar los datos generados por esta actividad. Estos datos se unen a otros, que proceden de fuentes externas como imágenes satelitales y se analizan con tecnologías Cloud, Big Data e Inteligencia Artificial. 

Por ejemplo, los dispositivos IoT recaban datos del estado de las plantas y el suelo, mientras los drones aportan imágenes. Esa información se almacena en plataformas Cloud donde, gracias a desarrollos de Big Data, se generan recomendaciones que permiten mejorar los procesos.

Una de las soluciones Smart Agro desarrolladas por Telefónica más valoradas por el sector, y que genera mayores beneficios medioambientales en el ámbito agrícola, es el riego inteligente. A partir de los datos recogidos por los sensores IoT, los productores agropecuarios pueden monitorizar el consumo y la presión del caudal. Además, el uso de la Inteligencia Artificial y de algoritmos aporta recomendaciones de riego eficiente y establece alertas y notificaciones ante excesos de presión o caudal. De esta forma, las empresas pueden adelantarse y tomar medidas ante el riesgo de fugas y roturas en los sistemas de almacenamiento y distribución del agua de riego.

El resultado es un seguimiento preciso y en tiempo real del estado de los cultivos, optimizar recursos, reducir costes y aumentar la productividad de forma sostenible. Así, la toma de decisiones se basa en una información de calidad.

La visión artificial es otras de las piezas clave de la agricultura de precisión. Combinada con otras tecnologías con el Big Data, permite identificar los valores cualitativos y cuantitativos de los cultivos con alta precisión y de forma predictiva. Los sistemas de visión artificial permiten realizar inspecciones de calidad para poder anticipar ineficiencias o anomalías en la producción, analizar el punto de maduración de frutas y hortalizas o controlar plagas y enfermedades.

Demandas de un mercado global

Las empresas y organizaciones del sector necesitan tener a su disposición tanto las herramientas como el conocimiento para afrontar problemas como la escasez de agua o el aumento del coste de la energía y de los materiales indispensables para enriquecer y proteger el suelo, como fertilizantes, nutrientes o pesticidas. 

Tecnologías como Blockchain y el uso de la criptografía mantienen una trazabilidad inalterable sobre cada producto, con información veraz sobre dónde, cómo y cuándo ha sido cultivado, o las condiciones de almacenamiento y transporte, lo que ayuda a certificar su procedencia y denominación de origen. De este modo, esta industria puede responder también a los nuevos requerimientos de seguridad de los productos, en todas las fases de la producción, ofreciendo las garantías que requieren los mercados y los consumidores. 

El despliegue de la red 5G de Telefónica en las zonas rurales hace posible el acceso de tecnologías como el IoT y el Big Data, clave para la transformación digital que necesita el sector agrícola. Su implantación no solo contribuye a hacer un uso más eficiente de recursos cada vez más escasos, como el agua, también es pieza fundamental para mantener vivas las zonas rurales y construir comunidades más sostenibles y capaces de afrontar los retos a los que se enfrentarán en el futuro.