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Objetivo: colonizar Marte

Alejandro Rivera, ingeniero aeronáutico de la NASA, analiza la misión del Perseverance en el planeta rojo

“El jueves pusimos en Marte un vehículo del tamaño de un Mini Cooper; en el futuro próximo estaremos transportando los componentes necesarios para construir una colonia habitada, donde aprenderemos a vivir en otro objeto celestial”. Así resume Alejandro Rivera, nacido en Gijón hace 48 años e ingeniero aeronáutico de la NASA, la agencia aeroespacial estadounidense, desde hace 20, el primer capítulo de la colonización del Universo por la especie humana. El también asturiano Tirso Velasco, el jefe de proyecto MEDA de Airbus, ha fabricado el analizador dinámico del ambiente que ha llegado esta semana a Marte con el rover “Perseverance” y que, como una estación meteorológica, recogerá datos que ayudarán a planificar los primeros asentamientos humanos en el Planeta Rojo.  

   Rivera forma parte del equipo del Goddard Space Flight Center, el primer y más importante laboratorio de vuelo de la NASA, a diez kilómetros de Washington D. C., como ingeniero de análisis dinámico de estructuras desplegables en la misión James Webb Space Telescope. “El espacio representa una nueva frontera que tarde o temprano vamos a conquistar y estamos siendo testigos de los primeros pasos”, asegura.  

   Rivera confiesa que, cuando el pasado 18 de febrero el “Perseverance” completó con éxito su amartizaje, él y sus compañeros en la agencia estatal, que seguían la evolución de la operación a través de las imágenes y los datos del centro de control del Jet Propulsion Laboratory, en Los Ángeles, sintieron “una sensación de alivio”.  

   El “Perseverance” llegó al cráter Jezero, donde se ha localizado una cuenca por la que los científicos creen que discurrió un río, que desembocaba en un gran lago. En el delta que formaba al verter sus aguas en él se espera encontrar sedimentos que lo confirmen. El principal cometido de la misión recién emprendida en Marte es buscar algún vestigio que permita verificar que, como suponen los científicos, en el pasado existió vida en el planeta. “Tras el éxito de los cuatro vehículos anteriores y en especial del vehículo robótico ‘Curiosity’, el ‘Perseverance’ representa la misión más ambiciosa que la NASA ha hecho en Marte”, afirma Rivera.  

   El nuevo vehículo está equipado con instrumentos científicos que se usarán para buscar vida microbial, estudiar el clima, la mineralogía y la geología del planeta. Se probarán nuevas tecnologías, con vistas a su futura aplicación en la primera misión tripulada para la exploración del planeta. Entre ellas está el instrumento denominado “Moxie”, con el que se pretende producir oxígeno a partir de la atmósfera marciana, que está formada por un 95 por ciento de dióxido de carbono. “La extracción de oxígeno permitiría el abastecimiento de futuras bases habitadas en ese planeta”, apunta Rivera, sin perder de vista que ese es el objetivo final de todo el proyecto: “Preparar el camino para el futuro establecimiento de una colonia permanente en Marte”.

Demasiada gente

“La Tierra esta sobrepoblada y tenemos problemas realmente graves relacionados, sobre todo, con el medio ambiente y los cambios climáticos tan radicales de la última década, y realmente no se sabe lo que el futuro va a deparar. Hay que recordar también que en la Tierra en el pasado ha habido eventos de extinción masiva debido a asteroides, erupciones volcánicas, cambios climáticos, etc. Necesitamos empezar a aprender cómo vivir en otros planetas pues, a muy largo plazo, no nos va a quedar más remedio que salir y colonizar otros sistemas solares”, argumenta. Es probable que el futuro de la especie dependa de ello. Aunque el “Perseverance” no llegue a encontrar vestigios de vida en Marte, la misión habrá sido un éxito. “Todo lo que se hace relacionado con el espacio siempre beneficia la calidad de nuestras vidas en la Tierra. Nuevos materiales, paneles solares, sistemas de purificación de agua, sistemas de aislamiento térmico, avances en medicina como la tomografía computarizada o la resonancia magnética fueron posibles gracias a tecnologías desarrolladas durante el programa ‘Apolo’, que puso el hombre en la Luna. Desde entonces nos hemos beneficiado de tecnologías desarrolladas para el espacio que luego han sido usadas en los teléfonos móviles, el GPS y multitud de cosas que usamos diariamente”, explica.

En Marte se van a probar varias nuevas tecnologías. El ingeniero asturiano enumera algunas: el instrumento “Moxie” para la extracción de oxígeno, el minihelicóptero “Ingenuity” y un sistema de navegación sobre el terreno. El minihelicóptero “Ingenuity” intentará completar el primer vuelo controlado en otro planeta, todo un desafío porque la atmósfera marciana se parece poco a la terrestre y su densidad es solo del 1% de la de nuestro planeta.  

Diez dólares por uno

Económicamente, la misión ya ha sido un éxito. “Se estima que por cada dólar que se invierte en el programa espacial la economía estadounidense recibe diez, gracias a la comercialización de productos que usan estas nuevas tecnologías”, comenta Rivera. Antes de establecer bases y plantearse la colonización de Marte, el esfuerzo dedicado a desarrollar el “Perseverance”, como ya sucedió antes con otros ingenios y misiones espaciales, reportará grandes beneficios a la humanidad en la Tierra. El taladro que el “Perseverance” va a usar para extraer las muestras de roca y sedimentos que luego recogerá y traerá, por primera vez desde el espacio exterior, a la Tierra la misión “Mars Sample Return”, en la que colaborarán la NASA y la Agencia Espacial Europea y en la que Rivera ha sido invitado a participar, va a estar disponible para su uso en las prospecciones geológicas en este planeta; los circuitos utilizados en el sistema de cámara del módulo de aterrizaje ya han dado pie a innovaciones en la fabricación de placas de circuitos impresos; el láser usado para identificar compuestos orgánicos y minerales va a revolucionar el tratamiento de infecciones y los procedimientos de limpieza de aguas residuales, por poner algunos ejemplos. 

Una hazaña

El amartizaje del “Perseverance” también es, por sí mismo, toda “una hazaña de la ingeniería”. “Colocar un vehículo en Marte es extremadamente complicado. Tan solo el 50 por ciento aproximadamente de los intentos de amartizar han sido exitosos. En esta ocasión fue aún más difícil debido a que el terreno en este cráter (el Jezero) tiene zonas de grandes pendientes, dunas de arena y terrenos llenos de grandes peñascos”, indica Rivera.

“La precisión de esta misión a Marte ha sido realmente espectacular”, según Alejandro Rivera. “Para que la gente se haga una idea, mandar a Marte y colocar el vehículo robótico ‘Perseverance’ en el cráter Jezero viene a ser equivalente a que un jugador de golf golpee una pelota en Moscú y la coloque justo en el centro del campo del El Molinón, donde el balón se deja antes de comenzar el partido”.

Ahora, recién llegado a Marte, el “Perseverance” tendrá que dejar pasar algún tiempo para recargar sus baterías y emprender las muchas tareas que tiene por delante. El software con el que salió equipado de la Tierra, perfeccionado por la NASA mientras viajaba por el espacio, será actualizado. Luego, el vehículo robotizado desplegará sus antenas y se preparará para emitir datos e imágenes a la Tierra. En ese punto, se echará a volar el “Ingenuity” y, a partir de ahí, empezará la exploración del Jezero. 

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