Coincidiendo con el fin de semana de Halloween y Tots Sants, la luna se ha disfrazado de azul. El satélite ofreció, la noche del 31 de octubre, una imagen poco habitual con tonos azulados y grisáceos, que también pudo apreciarse desde Mallorca.

La llamada ‘luna azul’ (Blue Moon, en inglés) es un fenómeno que se repite cada dos años y medio aproximadamente cuando coinciden dos lunas llenas en el mismo mes. Es decir, si seguimos el calendario solar -que corresponde al gregoriano- durante el año se presentan un total de 12 lunas llenas, una cada mes. Pero los meses varían entre los 27 y los 31 días y no coinciden exactamente con los ciclos lunares. Este hecho produce una alteración que conlleva que cada dos años y medio se puedan observar un total de 13 lunas, como ha ocurrido este año.

Este fin de semana, el 31 de octubre era la fecha indicada para la ‘luna llena azul’ ya que a principios de mes, concretamente el 2 de octubre, ya se produjo la primera luna llena. La curiosidad principal en esta ocasión ha sido que se ha producido la noche de Halloween.

La última vez que se pudo disfrutar del fenómeno había sido el 31 de marzo de 2018 y no se repetirá hasta 2023. Según la NASA, esta luna azul de octubre ha sido la primera en coincidir en Halloween desde 1944, y esto no volverá a ocurrir hasta 2039.

La luna azul tras el castillo de Capdepera. Efe/Cati Cladera

El color azul

La historia que rodea el fenómeno de la luna azul es, cuanto menos, curiosa. Durante la Edad Media, en los países anglosajones era conocida como 'luna traidora' -belewe moon-. Esta denominación se abrevió como blwe y, con el tiempo, se transformó en blue, para acabar siendo blue moon.

En realidad, la luna no es completamente azul, puede apreciarse en diferentes tonalidades grisáceas o azuladas, dependiendo en parte de las condiciones atmosféricas y meteorológicas.

Según la NASA, el término 'luna azul' no hace referencia a un solo fenómeno. Una de las primeras veces que se utilizó este término fue en 1883, tras la erupción del volcán Krakatoa en Indonesia. Entonces, miles de personas vieron puestas de sol de colores extraños y una luna que parecía azul. En esa ocasión el fenómeno se produjo debido a las columnas de cenizas del volcán, que se elevaron hasta los límites de la atmósfera, dispersando la luz roja y permitiendo que los haces de luz blanca de la luna, que pasaban entre las nubes, se tornaran de color azul, generando esa tonalidad en el satélite.