El parque natural de s'Albufera de Mallorca acoge al menos a diez especies de murciélagos, que se han visto favorecidas por la instalación de una cincuentena de cajas refugio en distintos lugares del parque.

Este 2017 se cumplen diez años de la instalación de las primeras cajas refugios de murciélagos con el fin de favorecer estas especies que dan un valor añadido al espacio protegido y ayudan a controlar las poblaciones de mosquito, informa en una nota la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad.

Estas diez especies son el murciélago ratonero gris (Myotis escalerai), el ratonero patudo (Myotis capaccinii), el común (Pipistrellus pipistrellus), el de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus), el murciélago enano de bosque (Pipistrellus nathusii), el de borde claro (Pipistrellus kuhlii), el de montaña (Hypsugo savii), el hortelano (Eptesicus serotinus), el orejudo gris (Plecotus austriacus) y el rabudo (Tadarida teniotis).

Las albuferas, por la elevada presencia de insectos voladores de diferentes grupos, desde pequeños mosquitos hasta mariposas nocturnas, son lugares idóneos de alimentación de los quirópteros o murciélagos, destaca la Dirección General.

Las cincuenta cajas se reparten por los alrededores de los edificios, en el pinar de ses Puntes y en las aceras de algunos caminos.

Las cajas refugio posibilitan también mejorar la información que se tiene de una especie migratoria procedente del norte de Europa: el murciélago enano de bosque (Pipistrellus nathusii), que se descubrió en el parque durante el primer año del seguimiento, en 2007.

Asimismo, favorecen la puesta en marcha de programas educativos para dar a conocer este grupo de mamíferos voladores, todavía desconocido por una buena parte de los visitantes.

Durante todos estos años el parque ha contado con la estrecha colaboración de la entidad Iniciativa de Investigación de la Biodiversidad de las Islas (IRBI), que ha hecho el seguimiento de las cajas refugio y ha ido instalando nuevas.

Además, se han utilizado diferentes modelos de cajas, hechas de madera, o de un aglomerado de madera y cemento, lo cual posibilita que las acepten especies con requerimientos ecológicos distintos, tanto las que utilizan pequeños agujeros y grietas en árboles como las que usan edificios y estructuras similares.

El número de refugios naturales se vio reducido en el pasado por la desaparición de muchos árboles de seis a diez metros, y las cajas refugio constituyen una alternativa.

Hasta hoy, se han localizado en las cajas tanto el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus) como el de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus); este último es una especie ligada a los ecosistemas acuáticos, y por lo tanto muy característica de s'Albufera.

En el futuro se prevé ubicar más cajas nido en otros lugares de s'Albufera y empezar un programa similar en la reserva natural de s'Albufereta, donde también vive una comunidad de quirópteros.