La Orden de Malta celebró ayer su tradicional cena benéfica de verano en Mallorca. La cita solidaria tuvo lugar el rooftop del Palacio de Congresos y reunió a cerca de 300 personas que aportaron un donativo previodestinado a los diferentes proyectos de la orden en la isla.

Antes de que cayera el sol ya empezaron a llegar los primeros invitados. Entre los asistentes se encontraban el presidente de la Orden en Balears José Francisco Conrado de Villalonga y su mujer, Mercedes Quiroga, y un amplio número de miembros de la entidad. No faltaron a esta cita los duques de Maura, y la duquesa viuda de Maura, la condesa de Leitosa o Santiago Ybarra Churruca y su mujer, condes de El Abra. Tampoco se perdieron el acto el director general de Consumo Xisco Dalmau, la directora insular de Patrimonio Kika Coll o el presidente de la Fundació Amics del Patrimoni Joan Guaita.

Los beneficios recaudados en esta celebración se destinarán a cuatro de los proyectos que tiene la Orden en la isla: las Hermanitas de los Pobres de Balears, dedicada a los ancianos; Asociación Amiticia, encargada de apoyar a las familias de niños con síndrome de Down; la Fundación Social La Sapiencia, con quienes colaboran desde 2014 ayudando en el programa de inserción sociolaboral. Por último, una parte de la recaudación irá destinada a sostener la iglesia de San Juan de Malta de Palma.

Los invitados de la fiesta realizaron un donativo previo de 50 euros que les abrió las puertas a un una cena cóctel a cargo de uno de los colaboradores, Momentos. Dos mesas estilo buffet rebosaban de diferentes tipos de canapés, junto a dos carros estacionados llenos de golosinas y chocolates. La velada estuvo amenizada por un disck jockey y a las 21.30 horas los organizadores sorprendieron con la actuación en directo de una violinista.

Además, algunos de los asistentes participaron en la rifa solidaria cuyos regalos sorteados provenían de marcas que buscaban apoyar las diferentes causas de la entidad religiosa. Nicolás Joyeros aportó un reloj, Boutique Arias ofreció complementos y Cap Vermell Beach Hotel contribuyó con alojamiento, desayuno y cena incluido.

La noche se alargó hasta la una de la madrugada en el mismo rooftop, escogido por ser un lugar novedoso en Ciutat y la posibilidad para disfrutar de buenas vistas que ofrece. Después de la cena los más atrevidos bailaron a ritmo de música disco y degustaron diversos cócteles, a cargo de Sadrassana. Esta tradicional cena solidaria lleva celebrándose más de catorce años en Mallorca.