Esta semana ha comenzado la segunda fase de la campaña que busca y analiza yacimiento arqueológicos en aguas de Cabrera. La tripulación del barco Neptuno de la Armada trabaja de manera conjunta con los arqueólogos del Consell. Quedan por revisar cuatro derrelictos -buque u objeto abandonado en el mar- que se encuentran a gran profundidad.

El navío Neptuno realizará trabajos de localización y revisión del estado de conservación de los yacimientos arqueológicos hasta el 19 de mayo. Este buque relevó al barco Las Palmas que trabajó en la primera fase de la campaña. La dotación del Neptuno está compuesta por 40 marinos, 14 de ellos buceadores. Les acompañan arqueólogos de Patrimonio del Consell, dos de estos también son buceadores.

En la jornada de trabajo de ayer participaron el vicepresidente primer, Francesc Miralles; el comandante del Sector Naval de Balears, Juan Moreno; la directora insular de Patrimoni, Kika Coll; el director insular de Cultura, Rafel M. Creus; el jefe de Arqueología del Consell, Jaume Cardell y los diferentes comandantes del barco Neptuno.

Las tareas se centraron en torno al derrelicto conocido como Cabrera XIV,descubierto el año pasado a 50 metros de profundidad. Primero localizaron y establecieron la dimensión del yacimientos. Para ello utilizaron el sonar con el que está equipado el barco y que les permite reconocer el fondo marino.

El siguiente paso consistió en la inmersión de un robot de control remoto no tripulado que es el encargado de registrar las imágenes del derrelicto. Y posteriormente se valoró la necesidad o no de llevar a cabo inmersiones con buceadores para afinar la información sobre el yacimiento.

"Se tiene que destacar la alta cualidad científica de la campaña. Se trata de una verdadera experiencia piloto entre la administración de Cultura y la Armada. Sólo podemos proteger los que conocemos y por eso son muy importantes proyectos de este tipo, explicó Carlos de Juan, arqueólogo del Consell.

La campaña científica impulsada por el departamento de Patrimonio en colaboración con la Armada tiene como objetivo poner las bases para la futura Carta Arqueológica Submarina de Mallorca. Por eso es importante georeferenciar los yacimientos y evitar su expolio.