La crisis a finales de los 90 de los países apodados como Tigres Asiáticos golpeó también, por vecindad, a la ciudad china de Singapur. En ese contexto se ambienta este filme. El argumento es falsamente anodino: una familia de clase media-media-media, con un hijo y otro en camino, aunque escuchan tambores de la crisis, deciden contratar a una sirvienta filipina. Pretenden sobre todo domar, reconducir, a su hiperactivo vástago.
La película trata, en menor medida que la brasileña Una segunda madre, la problemática de las criadas residentes. Integrarlas mucho en la familia facilita su trabajo y motivación, pero siempre existe un muro invisible contra el que antes o después chocan. La película es una antítesis de melodrama; un drama casi antropológico. Todos los personajes, aun con rasgos inequívocos de su genética oriental, son universales: el hijo exteriorizando, con su rebeldía extrema, las grietas de la relación entre sus padres; el hermetismo de estos con sus problemas laborales, su recurso a soluciones alocadas para sus problemas financieros; la mezcla de impotencia, pragmatismo, discreción y resignación de la filipina. No se roza la tragedia como en la iraní Nader y Simin..., y no por ello deja de interesar. Es curiosidad sana, instructiva, no morbosa. Sobre un guión impecable, dentro de sus modestos parámetros, la realización sólo tiene un tic, el virado general a colores apastelados para remarcar el cercano pasado. Y aunque Anthony Chen renuncie a más florituras, sigue siendo cine. Ni la fotografía, los encuadres, el ritmo o las actuaciones tienen la ramplonería de una serie o telefilme. Es una película auténtica, íntimista, rica en pequeños detalles.
RETRATOS DE FAMILIA
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Nacionalidad: China, 99 min.
Director: Anthony Chen.
Actores: Yann Yann Yeo, Tian Wen Chen, Angeli Bayani.
Cines: CineCiutat.
