"Todos los grandes líderes deben posicionarse", así de contundente se mostró el presidente de ARCA, Pere Ollers. Y bajo esta premisa ha actuado y ha remitido una carta el obispo Javier Salinas para que "asuma decididamente y con valentía el liderazgo de la Iglesia de Mallorca para mantener el extraordinario patrimonio histórico religioso"con un claro objetivo: dar un nuevo uso al convento de Sant Jeroni tras el intento de expolio de las obras de arte protegidas que sus antiguas moradoras pretendían llevarse al convento de Sant Bartomeu de Inca, donde residen desde junio del año pasado.

"Ahora mismo vivimos con mucha preocupación el caso del extraordinario conjunto monacal de Sant Jeroni (declarado Bien de Interés Cultural en 2004 y ampliado en 2014). De ninguna manera se debe creer que es un asunto de monjas y sacerdotes", relata la misiva de ARCA. "El verdadero propietario es el pueblo mallorquín", añade. "Que el depositario sea la Diócesis o la Comunidad de Monjas Jerónimas es un asunto menor que no debe turbar el verdadero objetivo: que el monumento se abra al público y se pueda visitar", sentencia Ollers. "Se le debe dar otro uso porque este bien es del pueblo", añade. Entre algunos de los usos posibles, estarían convertir el convento (también conocido como Santa Elisabet) en un museo o un centro para realizar distintas actividades. "No nos podemos permitir perder este monumento", sentenció Ollers, que con la carta pretende instar al obispo Javier Salinas a dar un paso al frente para conservar este patrimonio y sentarse con las religiosas y las instituciones para encontrar una salida para que el pueblo mallorquín pueda disfrutar de este patrimonio.

Responsabilidad

"Don Javier es vuestra responsabilidad ante la historia que este conjunto monasterial se mantenga unido porque es de Mallorca y se ha hecho en Mallorca. No sería aceptable que un tribunal decida sobre este legado. Ni tampoco la Federación de Jerónimas que, por cierto, tiene una trayectoria nefasta de liquidación de bienes", reza la carta. "La conservación de este conjunto de Sant Jeroni va más allá de la cuestión de propiedad y de cuestiones organizativas o financieras de la Congregación o del Obispado", añade. Finalmente, insta a Salinas a demostrar a la sociedad mallorquina que la Iglesia es buena conservadora del patrimonio cultural que le han confiado a lo largo de los siglos.