Diario de Mallorca

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Contraluz

El vestidor

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Domingo 17: en la estación

Estación del AVE de Santa Justa, en Sevilla. 80.000 metros cuadrados, doce vías y siete andenes. Un volumen de viajeros cercano a los 8 millones anuales. Plano medio: Kiko Rivera, gafas polarizadas, barba poblada, cabeza despoblada, brazos tatuados, mochila a la espalda, camiseta. Plano medio: Francisco Rivera, vaqueros marcones, polo pijimarcón, bolso en bandolera, afeitado apurado. Plano secuencia: Kiko avanza por el andén entre la multitud, sonriente. Le acompaña un periodista superamigo fiel de la Pantoja (no como otras) bronceado, pinturero, el mismo que se ponía una pajarita para pisar la efímera alfombra roja de José Luis Moreno. Dos pasos atrás avanza, en la misma dirección, como distraído, colocándose los auriculares en las orejas, Francisco. De repente Francisco Rivera (Kiko) se gira, saluda a alguien a su espalda, y ve a Francisco Rivera (Francisco, Paquirri, Fran). Con gesto serio se dan la mano. Kiko tiende la libre al cuello de Fran; Fran a la cintura de Kiko. Abrazo. Son hermanos. Por parte de padre. Pero se han echado toda la caballería encima. Siempre es así. Kiko se enfada con Fran y Cayetano, se reconcilia. Kiko se mete con Chabelita, hacen las paces. Fran y Cayetano se enfurruñan con Julián Contreras, se arreglan... Pasa en todas las familias, sí. Pero esta es contumaz.

Lunes 18: la reina

Cuenta la leyenda que en tierras gallegas gobernó una reina muy cruel y a sus costas llegó el cuerpo del apóstol Santiago en una barca a la deriva. Era la reina Loba, Ana Obregón. La actriz, bióloga, guionista y presentadora rodará una película en la que encarna a la mala malísima. Mala, pero reina. No sería la primera vez. Hace unos años se autoescribió un papel para ponerse en la piel de Victoria Eugenia de Battenberg, abuela del emérito Juan Carlos y ojo, tatarabuela de su hijo. ¿No les ha contado nunca Obregón el árbol genealógico de su Lecquio? En aquel momento, un periodista viperino le preguntaba "¿Y tú vas a interpretar a la reina, que era inglesa y de ojos azules?" "Era rubia como yo y los ojos azules se arreglan con unas lentillas", contestó ella molesta. Y hasta hoy.

Martes 19: la entrevista

"¿Tu chico te va a acompañar o no puede porque está firmando el contrato con el Real Madrid?", pregunta a la novia de David De Gea la ex de Carlos Herrera. La extriunfita, en conexión desde Viena, intenta hablar de su libro, bueno, su canción: "Estoy tan contenta de estar aquí". Pero la exMaja de España, erre que erre. "¿Pero te gustaría que firmase...?", continúa insistiendo la exchica Hermida. Edurne, hasta el mismo moño, opta por el socorrido recurso de la deficiente conexión internacional: "No oigo nada". Pero lo de la señora de quien quiera que sea ahora su señor es rayano a la fijación: "¿Te gustaría, o no?" La chica, ya sin disimulo, se despide con la mano y se marcha. Por cierto, Mariló, la entrevista iba de Eurovisión.

Miércoles 20: por poderes

Ustedes, puede. Carmen Lomana tal vez, por efecto del déficit de vitamina B12 propio de su estado natural de náufraga. Pero la Fiscalía de Roma no ha olvidado al galán Rigau. El joven señor no marido de Gina Lollobrigida. Matizo: joven según en comparación a qué o a quién, joven si se tiene en cuenta que la diva italiana sopla ochenta y siete velas. Señor como el pulpo animal de compañía. Y no marido porque, según el fiscal, el español amigo de Lomana perpetró un matrimonio por poderes en 2010 con la legendaria sin que la interesada lo supiera. El hombre se enfrenta ahora a un juicio por estafa y falsedad documental. Yo le imputaría otros cargos, como gerontofilia. O frikismo, teniendo en cuenta que el día del enlace otra señora hizo de Gina. La propia Lollo, la reina de Saba, tendrá que declarar en septiembre, arrepentida de haberse ennoviado años atrás con el don y haberse marcado un Sara Montiel. O un Marujita Díaz. Lo de la duquesa y Alfonso Díez, a estas alturas y aunque aún queden restos y heredades por repartir, queda claro como el agua del Guadalquivir testigo del enlace que era otra cosa. Hablamos de un duque, un caballero. Y además, nada de isleño. Castellano viejo.

Jueves 21: camino del Rocío

Cuando lean estas líneas tal vez una paloma blanca sobrevuele libre el cielo. Puede que literalmente, pero la intención era metafórica. La blanca paloma, el Rocío, la cárcel de Alcalá de Guadaíra, la libertad... ya saben. ¡Qué simbolismo! Isabel Pantoja sabe que traspasará pronto los altos muros, obtiene su primer permiso penitenciario justo cuando las hermandades parten camino de la aldea. ¡Qué recuerdos! Aquella romería de 2003, aquella carreta renqueante, aquellos pantalones de cuello alto, aquella salve rociera, aquellos dientes dientes... Y hoy Julián aka Cachuli, natural de El Arenal, Ávila, reo, enfermo. Aquella Candelaria y aquel Rocío de 2003. De aquellos polvos vinieron estos lodos.

Viernes 22: otros mundos

Hay un mundo, al otro lado del espejo, donde las nubes huelen a rosas. Hay un lugar, al final del arcoiris, donde no existe el paro, ni la corrupción, ni el hambre porque eso solo pasa en África según Tamara Falcó. Hay un espacio, más allá de los barrios obreros, donde brotan setos de caramelo y los árboles ofrecen jugosos bolsos de firma. Un sitio en el que los limones curan las peores enfermedades; en el que las divas son inmortales y atemporales, como las hadas o las sirenas. Es el universo en el que moran las crónicas amilbaradas de Anne Igartiburu, la solidaridad de la Toñi o las cartas de las cosas que te quiere decir Jorge Javier. Es el horno en el que las hijas de Isabel Preysler cuecen cupcakes. La globosfera de las ideales de la muerte de largas melenas, ojos azules, niños monísimos y maridos ricos y famosos. Las portadas de cuché en las que el tiempo se detiene, las cinturas se afinan, los rostros de vuelven tersos y los dientes refulgen en su blancura. Ese país de las maravillas donde no existe la celulitis, los matrimonios están enamorados como el primer día y Charlenne es la princesa feliz. Y las familias asisten unidas y en armonía a ver comulgar a los niños.

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