Amparo Sard (Son Servera, 1973) ha vivido una "gran alegría" en Italia, país del que admira "muchísimas cosas" y con el que se siente muy unida, después de haber sido galardonada, el pasado viernes, con la Medalla de Oro por parte del Gobierno italiano. Un reconocimiento que le fue concedido en Roma durante la inauguración en el Museo de Arte Contemporáneo de Roma (MACRO) de su exposición itinerante Límites.

Una muestra que con ese título y el apoyo del Institut d'Estudis Baleàrics ya se pudo contemplar en Berlín y Londres, aunque como aclara la misma artista, "en realidad no es la misma exposición. Tenían en común el título porque es la serie con la que estoy trabajando ahora. Por eso algunas de las obras que se pueden ver en el MACRO han estado en Berlín y en Londres".

Digeridos los flashes y las alabanzas de la inauguración, Sard confesó ayer a este diario que supuso "una gran alegría ver que después de trabajar tanto te hacen un reconocimiento a tu carrera internacional. Los artistas estamos acostumbrados a trabajar mucho y sin recompensa, por eso no me lo esperaba en absoluto".

"A Italia -añadió- me unen muchas cosas después de estar trabajando once años con la misma galería, Paola Verrengia. Con la que además de una larga carrera conjunta me une una gran amistad. De Italia admiro muchísimas cosas y tengo comprobado que es recíproco, de los italianos hacia España. No solo nos une una historia en muchísimas ocasiones, también los artistas han hecho puentes comunes. Incluso si nos centramos en Mallorca, en el siglo XV ya encontramos a Guillem Sagrera, arquitecto de La Lonja de Palma (tan presente en la actualidad contemporánea mallorquina) quien se encargó de la reforma del Castel Nuovo de Nápoles, por decir alguno. Además la gente de Italia y España tienen un carácter y un humor muy parecido", subrayó.

El MACRO, además, ha decidido adquirir una obra de Sard para su colección permanente: un papel perforado de la serie Límits. "De medidas 70 x 100 cm. La colección permanente del Macro es magnífica. Estoy muy contenta también por esta noticia", apuntó.

Reflexionando sobre Límites, Sard explica que "el límite de una persona es la piel, si hablamos de algo palpable; y el límite de su alma, o de su esencia, o de lo verdaderamente importante es otra cosa algo más compleja. Y casualmente, en matemática el límite sirve para calcular hacia donde se dirige una tendencia y así intuir lo que se avecina. ¿Qué pasaría si aplicáramos esos cálculos a nuestra vida? ¿Cuáles son los límites a los que tendemos? (...) Lo animal y lo racional, el bien y el mal, lo amoral y lo moral. Esos son nuestros límites de la ecuación".

Con esta muestra, la artista mallorquina indica que ha aprendido "a delegar. Trabajar en proyectos importantes como lo es este, requiere de mucha colaboración y ayuda. Y aquí entra el Institut d'Estudis Baleàrics, que ha hecho una gran labor junto con el MACRO para que todo salga perfecto. Sinceramente lo han hecho muy bien".

Concluida la itinerancia de Límites, Sard ya trabaja con una nueva serie que se llama Sombras. Se expondrá en la Galería Bravin Lee de Nueva York (ya en curso), Galería Artizar de Tenerife (3 abril) y el Museo Barjola de Gijón (9 abril).