Ars Musicae

Iglesia de la Concepción de Palma

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Bernat cabot, concertino

Timoty Roberts, clave

Irena Mas, soprano

31-10-14

Popurrí. (Del fr. pot pourri, calco del esp. olla podrida).

1. m. Mezcolanza de cosas diversas, cajón de sastre.

2. m. Mús. Composición musical formada de fragmentos o temas de obras diversas.

Esta segunda sería la definición que para el comentario que nos ocupa aplicamos a la palabra popurrí. Y léanlo en el sentido más positivo del término, un acercamiento a un repertorio, el barroco, a través de pequeños fragmentos, algunos populares otros no tanto, pero todos bellísimos.

Contar con Timoty Roberts ha sido durante mucho tiempo una garantía de buen hacer y profesionalidad por lo que a este tipo de programas musicales se refiere. Roberts protagonizó, hace años en Mallorca, muchas veladas que quedan en el recuerdo de los melómanos. Desaparecido del panorama musical de la isla, bienvenida sea esa nueva aportación, que esperamos no sea puntual sino duradera.

Con Timoty en el clave, la Orquesta Ars Musicae, con Bernat Cabot al frente, ofreció poco más de una hora de buena música de los siglos XVII y XVIII. Barroco en estado puro, con Purcell como líder del programa, pero también con Haendel, Scarlatti y otros (solamente faltaba Bach, otra vez será).

Cabot es un gran músico. Posee esa cualidad vetada a muchos, la versatilidad: hoy dirige, y bien, una formación de cámara, mañana aparece junto a Miquela Lladó dándole réplica violinística a sus canciones.

Pues bien, Bernat Cabot ha llevado a esa formación, Ars Musicae, a ser tenida en cuenta. Debemos apostar por ella ya que tiene un papel y un nombre en el panorama musical de la isla. Ars Musicae demostró que puede con ese repertorio tan sutil. El grupo sonó afinado y a medio camino entre el purismo y la clasicidad, con la honestidad como referente.

Irene Mas, la soprano a través de la cual sonaron los lamentos de Purcell y Haendel, tiene una voz exquisita. Cantó muy barroco, al estilo Ameling, la gran Elly Ameling. Sería deseable (es una propuesta) escucharla en alguna de las cantatas de Bach. Aquí Ameling no tenía rival.