­Mallorca se quedó ayer sin ver a David Guetta. Desde hacía semanas se esperaba el concierto del dj en el recinto de Son Fusteret en Palma y ya se habían vendido 8.000 entradas anticipadas y se esperaba a unos 10.000 asistentes. Sin embargo, todos los que tenían pensado acudir se quedaron con la entrada en la mano sin ver al músico. Al mediodía quedó confirmada la cancelación del concierto por impagos de la empresa promotora del evento.

Letreros de "Concierto cancelado" recibieron a decenas de fans que, desconociendo la suspensión del concierto, acudieron al recinto donde iba a actuar Guetta. "¿Y ahora, qué hacemos?", se preguntaban los asistentes, que buscaban en los agentes de policía enviados al lugar respuestas. Y los agentes aguantando el chaparrón. Caras de desolación e impotencia, entre quienes incluso iban a confirmar la noticia que ya conocían: no verían a su estrella en directo. "Venía muy ilusionada", confesaba Irene Ginard. La mayoría de los que se presentaron eran extranjeros. Turistas ingleses, holandeses y alemanes que o bien aprovechaban su estancia aquí para ir a ver a Guetta o el ir a ver a Guetta para pasar unas vacaciones aquí. Su reacción: "What the fuck?", o en el mejor de los casos "It´s really?". También fans que venían desde Valencia y que se encontraron con las puertas cerradas. "Íbamos a pasar la noche en el concierto, ahora no tenemos donde ir a dormir", lamentaba un grupo de jóvenes en la puerta.

Sin noticias del promotor

La empresa XLRmusic, que llevaba el concierto, no abonó a sus proveedores el dinero acordado. Equipo técnico, empresas de montaje e infraestructuras, y empresas de seguridad, así como sus propios trabajadores, tuvieron constancia ayer mismo de que no iban a cobrar. El dueño de la empresa promotora debía hacer efectivos los pagos antes de las 12,00 de ayer. No lo hizo. Los esfuerzos de los proveedores por localizarle no obtuvieron resultado. En las oficinas de la sociedad en Madrid no tenían constancia del paradero del empresario. Por ello, decidieron anular la cita en Palma de David Guetta.

A partir de las 14.00 se empezó a desmontar el escenario del recinto en el que se iba a celebrar el concierto a partir de las 21.00. Según fuentes de la promotora, el dj francés ya se encontraba en Palma para actuar en la madrugada de ayer a hoy. Él era el único que, por su contrato, ya había cobrado. Estaba todo listo y preparado para el concierto. La cancelación le cogió tan por sorpresa como a los asistentes.

"Que nos devuelvan el dinero" "Ahora va a quedar mal y le van a coger asco a él", lamentaba una de las fans indignada en la entrada. "Le van a llamar David el jeta", bromeaba otro. El 17 de julio ya se canceló su actuación en Madrid. El viernes por la noche actuó en Marbella. El concierto en la localidad malagueña sí salió adelante, pero lo hizo por un acuerdo a última hora. Hubo quejas de las empresas proveedoras del concierto por impagos. A diferencia de Palma, se pudo solventar y el disc jockey actúo para sus fans.

La web de Diario de Mallorca y las redes sociales se hicieron eco de la noticia de inmediato. Ahí se hizo palpable la indignación de muchos de los asistentes que para ir al concierto habían pagado entre 20 y 60 euros, y que se quedaron sin escuchar la música en directo de David Guetta. "Les he puesto por Twitter y Facebook de vuelta y media", narraba una joven.

La empresa promotora emitió un comunicado en el que confirmaba la cancelación y en la que se hacía "única responsable". Para tranquilizar a los asistentes informó de que se detallarían "los procedimientos a seguir para solicitar la devolución del importe de las entradas adquiridas" y expresó lamentar "profundamente las molestias causadas".

Marc Herrero hace tres meses que pagó 80 euros por cuatro entradas para él y tres acompañantes más. "Espero que nos devuelvan el dinero y que lo hagan cuanto antes", explicó. "Me parece una vergüenza que lo anuncien tan pocas horas antes", añadió. "Más les vale que devuelvan el dinero, pero por mi la promotora se puede hundir", comentaba enfadada Carla Escandell, acompañada de tres amigas. De momento, la Policía Nacional ha iniciado la búsqueda del promotor para pedir una explicación por los impagos ante la posible comisión de un delito de estafa.

Por la tarde solo quedaba la estructura del escenario y ya no se veían los focos. Quienes no se habían enterado de la noticia seguían llegando a cuenta gotas a Son Fusteret. Llegaban, pedían a la Policía por el concierto y, al conocer la noticia, se iban. Otros permanecían en el lugar sin creérselo, como si esperaran a que finalmente fuera a tener lugar. Los fans se daban la noticia entre ellos, se indignaban juntos y luego trataban de consolarse.

Al final, a buscar alternativas para pasar el sábado noche. Los mallorquines lo tenían claro: "Pues nos vamos a la verbena de Artà". Y los extranjeros tampoco se iban a quedar sin fiesta: "¿Quién nos pide un taxi hacia Megapark?".