Tosca, función familiar

Teatre Principal de Palma

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María José Perelló (soprano), Gabriel Blanco (tenor), Pablo López (barítono).

Miembros del Cor del Teatre Principal

Acadèmia 1830

Fernando Marina, director

Tosquita. Ese es el nombre con el que los participantes en el proyecto que vamos a comentar llaman a la adaptación que de la ópera Tosca se ha hecho para escolares y público familiar.

Una idea que debemos aplaudir y que ha interesado a un público con ganas de acercarse personalmente al título de Puccini o bien que ha querido acercarlo a sus hijos. De hecho en la sesión del pasado sábado el patio de butacas y no pocos palcos estaban llenos, mitad adultos, mitad jóvenes y niños. Sí, niños pequeños, que en ningún momento desentonaron en el ambiente. Para ellos, esa Tosca en pequeño formato, resultó interesante o al menos no aburrida. Nada hacía pensar que la media de edad del público fuera tan baja como realmente era. Ni risas ni comentarios, solamente aplausos.

Esa Tosca, hecha de manera tan profesional como la otra Tosca (la grande, digamos), quedó reducida a poco más de una hora, dejando, eso sí, los momentos instrumentales y vocales más conocidos. Una voz en off daba a entender lo que no quedaba claro sobre el escenario debido a los cortes, con lo cual el espectador podía seguir toda la trama sin problemas.

Fernando Marina dirigió de forma más que correcta su orquesta Acadèmia 1830 y tanto el tenor Gabriel Blanco como Cavaradosi como el barítono Pablo López como Scarpia resolvieron muy bien sus roles. Destacable, sin reparos, Maria José Perelló dando vida y voz a la protagonista. Convincentes las otras voces así como los miembros del coro en el Te Deum.

Curiosos los cambios de decorado a la vista del público. La idea de presentar la obra, sin descansos, permitía que se pudieran ver las bajadas de telones, la colocación del mobiliario y como una iglesia puede convertirse en un despacho€ todo sin magia, con esfuerzo y agilidad. Eso, para ese sector familiar al que iba dirigida la función, es un valor añadido, sin duda. La ópera bien merece ser conocida por dentro.