El Casal Solleric mostró ayer dos nuevas exposiciones que se van a exhibir en el centro cultural hasta el 16 de marzo. En la zona Base, Lourdes Murillo presenta La que en mi corazón ardía englobada en el ciclo Transparencias mientras que Bartomeu Sastre producirá una serie de perfomances denominadas La voluntad en el Box 27.

Murillo, artista extremeña caracterizada por la creación de numerosas instalaciones pensadas para lugares emblemáticos, confesó que esta obra que trae a Palma es una alabanza a un célebre poeta. "Mi producción es un homenaje a San Juan de la Cruz. Es la primera vez que introduzco sonido a mi obra. Es un recurso para poder sentirla porque se te mete en el pecho. También he intentado aprovechar la oscuridad del espacio".

La que en mi corazón ardía es una intervención en la que todos los sentidos entran en acción para entenderla. La secuencia lineal de luces y sombras está acompañada del sonido de la viola del Prólogo de Gérard Grisey, perfumada con un suave aroma a incienso para provocar experiencias sensoriales. Además, hay un juego de luces y sombras que se matizan y se potencian mediante el uso de las pantallas de papel vegetal y la presencia del contrapunto de la mancha de los dibujos alojados en las paredes.

La comisaria de la zona Base, Asun Clar, destacó la relevancia y calidad de la artista para incluirla en el ciclo de muestras. "Hemos confiado en Lourdes Murillo en el ciclo Transferencias porque conoce bien el casal. Además fue mención de honor ´Ciutat de Palma´, considerada por su extensa trayectoria y su experiencia en lugares emblemáticos. Buscamos nuestras bases culturales. Ha tomado algo de su espacio vacío con alternancia de luz y oscuridad".

Perfomances en el Box 27

Bartomeu Sastre presenta La voluntad, una serie de perfomances que producirá el artista junto al público que quiera compartirlo. Esta es la cuarta intervención que se realiza en el Box 27 siguiendo la línea evolutiva marcada. El artista mallorquín convertirá el espacio directamente en escenario. Sastre ofrecerá ocho performances individuales con una frecuencia semanal. Tres de ellas serán anunciadas para poder inscribirse mientras que las otras cinco se harán aleatoriamente y sin previo aviso. A través de una vitrina, habrá un público interno -activo- y otro externo que podrán contemplar la obra in situ.