El silencio es la opción que ha tomado el Govern ante la petición de Cort de que el Ejecutivo autonómico tome el liderazgo de la Orquestra Simfònica de Balears y aporte el 60% del presupuesto de la institución musical mientras que el 40% restante recaería a partes iguales entre el Consell y el Ayuntamiento de Palma. Así lo pidió la semana pasada el concejal de Cultura, Fernando Gilet, pero desde la conselleria de Educación, Cultura y Universidades han optado por no hacer declaraciones sobre la Simfònica. Cort hizo dicha petición tras conocerse la diligencia de embargo que la Agencia Tributaria ha ordenado sobre las aportaciones del ayuntamiento de Palma al Consorci per a la Música de les Illes Balears debido a las deudas contraídas con el fisco, que ascienden a 1,4 millones en Seguridad Social e IRPF. De todas formas, Cort anunció que negociará con Hacienda la flexibilización de dicha deuda, aunque ayer este periódico no pudo determinar si se han iniciado las conversaciones.

De todas formas, Gilet explicó ayer que el plan de viabilidad que la gerencia de la orquesta negocia con el comité de empresa ya recoge la modificación para que el Govern asuma el 60% del presupuesto, una nueva distribución que se contemplaría en los presupuestos de 2014.

Por su parte, Juanjo Pardo, del comité de empresa, recordó que las negociaciones están paralizadas y que nadie les alertó del embargo ordenado sobre las aportaciones de Cort. "La situación es muy grave y no tenemos ninguna información sobre la temporada que arranca en octubre", añadió. De momento, los músicos siguen preparando sus conciertos de protesta.