Le llamaremos mallorquín, porque arranca más tiempo en la isla que la mayoría de nativos. Mallorca no importa creadores, los transforma. Ni Pantoja año cero, ni la Maria del Mar Bonet que tenía ´encisats´ a los intelectuales catalanes, se hubieran desarrollado de la misma manera sin el muro de sonido que les levantó Miguel Aller. Productor significa fabricante, y la versión mediterránea de Phil Spector

se apunta pionero en la lista de engañados por la tonadillera. Qué bonito es el amor.