Eurovisión es, a día de hoy, un crisol de estéticas, nacionalidades y generaciones distintas. En el histórico concurso, cada vez es más común que los compositores de los temas que entran en competición procedan de países muy alejados geográficamente de aquellos bajo cuyos auspicios compiten. Este año, uno de los casos más clarificadores de esta nueva tendencia -globalizadora- del festival de la canción de la Unión Europea de Radiodifusión es el del mallorquín Andrés Ballinas (Palma, 1975), coautor de la canción que representa esta noche a Alemania en la gala que se celebra en Malmö (Suecia). En concreto, Ballinas explicó ayer a DIARIO de MALLORCA que el tema que ha compuesto para la competición, titulado Glorious, "está dentro de la estética en la que llevo años trabajando, la electrónica, el dance y el house", detalla. "Hace varios meses", relata, "[la discográfica] Universal contactó con los creadores del grupo alemán Cascada, con quienes trabajo últimamente, para solicitarles la composición de un tema para Eurovisión", explica, "y ahí es donde entré yo a colaborar en la fabricación de este tema" de pop dance, "muy moderno", interpretado por la cantante Natalie Horler (integrante de Cascada).

El mallorquín, músico autodidacta y cuyo padre [Paco Ballinas] formó parte de Els Valldemossa, narra que su conexión con Alemania comenzó hace una década, "cuando tuve los primeros contactos con una discográfica de allí para publicar uno de mis temas, y fue entonces cuando me hice amigo de uno de los productores y empecé a dedicarme con más empeño en esto de la composición y la producción", señala. Desde entonces y a partir de esa amistad, entró a formar parte del equipo productor del proyecto internacional de dance R.I.O, junto con los productores alemanes DJ Manian y Yann Pefier, con quienes también ha compuesto (amén de Tony Cornelissen) tanto música como letra -en inglés, eso sí- de la eurovisiva Glorious, un tema que entronca con el estilo que Suecia ("una de las grandes fábricas de hits eurovisivos") empleó en 2012 -quién no recuerda la pegadiza Euphoria de Loreen- para llevarse el gato al agua

En cuanto a las posibilidades de obtener una buena clasificación con la canción alemana -las quinielas la sitúan en sexto lugar-, el mallorquín asegura que el tema "está dentro del género de moda [la electrónica] en Eurovisión, justo el que vengo produciendo hace muchos años", señala. Por eso confía en los buenos resultados. "Pude ver la reacción del público en la segunda semifinal del concurso, y he de decir que escuché una gran ovación después de la interpretación de Natalie de Cascada", confiesa.

Acerca de la percepción que se tiene de este concurso musical en España, el músico opina que "en nuestro país parece que no importa mucho, incluso se toma a cachondeo, a risa; sin embargo, en el norte de Europa, es una gran fiesta y, a veces, supone para algunos grupos que ya llevan muchos años un relanzamiento", añade. "Para ellos, ganar Eurovisión es un orgullo". El músico lamenta que la situación no sea análoga en España, "donde el concurso se toma a risa; es algo que me produce pena", se queja.

En cuanto a la canción de El sueño de Morfeo, que parece que no convence a Europa, el mallorquín indicó que el grupo le gusta mucho, "los he visto en directo, y lo hacen bien, pero quizá no han elegido la canción más adecuada para el concurso", considera.

Ballinas ya se encontraba ayer en Malmö, Suecia, para velar por los últimos detalles de Glorious y su sonido en directo. "La gala la seguiré desde la sala habilitada para los compositores y los artistas de los distintos países. Esas salas que los telespectadores pueden ver cuando llega el momento de las puntuaciones", afirma.

El currículum de Andrés Ballinas, residente en Palma, arroja cinco discos de oro: tres en Alemania, uno en Dinamarca y otro en Austria. Muchos de sus temas han dado la vuelta al mundo en muchos países y se han difundido por radio, televisión y discotecas. Ejemplo de ello son las piezas Shine on y When the sun comes down, que llegó al top 20 de los 40Principales. Otro tema del mallorquín que se encumbró en lo más alto del pop dance es el single euro-house Party Shaker (2012), que, con la colaboración vocal del americano Nicco, sobrepasa a día de hoy los cien millones de visitas en Youtube.