Una cata ciega de vinos siempre es un reto, pero si es de espumosos, lo es más. Algo que sucedió en la cata realizada en Catavinos, dirigida por Tóni Pérez, director comercial de Gramona, y en la que participaron unos 25 sumellieres. La prueba fue complicada: se inició el análisis desde el punto de vista del licor de expedición; la segunda tandas versó sobre los crianzas y la tercera era un compendio de ambas. Destacaron cinco cavas Gramona, junto a otro interesante cava catalán; los tres champagnes incluidos no dieron tanto juego.