­No se equivoquen señores. El musical de Peter Pan no es un espectáculo para niños. Los más de veinte actores que hicieron vibrar sus voces en multitud de estilos distintos –ayer se pudo escuchar desde el pop lírico continuando con la balada más profunda o el soul de los niños perdidos– demostraron que el montaje también es una llamada a "no renunciar a las ilusiones" puesto que al igual que su protagonista nunca crece, este espectáculo nunca muere, y vuelve a los escenarios del Auditòrium de Palma para representarse en funciones desde ayer y hasta mañana domingo.

El secreto del éxito es un misterio hasta para Theatre Properties, que produce esta versión de la novela de J.M Barrie. "Simplemente tiene magia", detallan. Se especula con varios factores: la propia historia, la calidad del montaje –que se revisa y adapta a cada función, reinventádose en cada ocasión­– y la espectacularidad del show, que cuenta con efectos especiales y el mismo equipo de vuelo del mago David Copperfield­. Todo ello hace que niños y mayores "repitan año tras año". Además, el musical cuenta con un premio Max de las artes escénicas como mejor obra de teatro musical en 1998 y se trata de la primera obra musical del mundo estrenada en castellano en el prestigioso West End de Londres durante más de un mes.

Amistad, solidaridad, unidad familiar... Peter Pan rescata de nuevo ciertos valores "perdidos" que se mezclan con la fantasía de una puesta en escena, coreografía y lenguaje musical en directo de gran formato.

Tras Peter Pan, la compañía autora de grandes producciones como Aladdin, Hermanos de Sangre o La magia de Broadway I y II. Para finales de año, llegará a Palma la gran apuesta de la compañía: el gigante verde de Shrek.