La triple unión es el símbolo que representa a la UNAC tanto en su anagrama como en su filosofía de trabajo. Un enlace a tres que representa los colectivos de discapacitados existentes (físicos, psíquicos y sensoriales), así como también los tres vértices de la relación entre las personas con discapacidad, los profesionales que las atienden y sus familiares. Precisamente con sus familias se viene llevando a cabo desde hace 6 años un proyecto de ocio y respiro que consiste en organizar una estancia de un fin de semana en un hotel con el objetivo de ´desconectar´ de las rutinas diarias.

Este proyecto fue subvencionado el año pasado por la Obra Social Sa Nostra y contó con 400 participantes que disfrutaron de dos días de descanso en establecimientos hoteleros de Portopetro y del Arenal. El director de la UNAC (Unión de Asociaciones, Centros y Federaciones de Asistencia a Personas con Discapacidad de Baleares), Juan Perera, describe este programa de respiro familiar como una actividad "fundamental y necesaria para aquellas personas que lo dan todo cada día por sus hijos discapacitados". Las plazas se distribuyen previamente entre las 21 entidades y centros que forman la UNAC.

Esta federación de asociaciones y centros se fundó en 1981, cuando, según recuerda Perera, "éramos pocos y peleados", y a partir de ahí, paso a paso, se ha logrado crear una gran estructura que hoy atiende a más 3.000 usuarios. Para dar a entender la razón de ser de la UNAC, el director subraya que ellos son "colaboradores de la Administración para llevar a cabo un servicio público de forma concertada". Y destaca este hecho para reivindicar precisamente que su papel es el de gestionar centros que cumplen una función pública: "Siempre he dejado claro a todos los gobiernos autonómicos que la acción social no puede tener color político, porque estamos hablando de algo tan importante como hacernos cargo de aquellas personas a las que la vida ha privado de buena salud o capacidad de moverse, comunicarse o decidir por ellos mismos", añade Perera.

El director y fundador de la UNAC señala que en estos 30 años de trayectoria han logrado alcanzar metas importantes en el terreno de la atención al discapacitado, y justo por esta razón, lamenta profundamente que la crisis económica haya frenado las ayudas públicas y haya puesto en una situación tan complicada a prácticamente todas las asociaciones del sector social. "Hemos conseguido estar mejor preparados que nunca, seleccionamos el mejor personal de forma rigurosa, 14 de las 21 asociaciones están certificadas en calidad, tenemos la declaración de utilidad pública y realizamos auditorías anuales de cuentas. Y justo en este momento nos encontramos sin dinero".

Otro aspecto que Perera considera que se debe cambiar es el de "desregularizar muchos aspectos que se regularon estos últimos años pero que es absolutamente imposible cumplir si no hay presupuesto". Asegura que lo lógico sería modificar ciertos aspectos de la Ley de Servicios Sociales.