Siendo niño marchó a Francia a aprender un oficio. Hoy es el "mejor pastelero del mundo" aunque su mundo sigue en su Alicante natal. El autor de la tarta de boda de los príncipes de Asturias asegura que su postre perfecto es el milhojas de vainilla

¿El dulce ayuda a sobrellevar la crisis?

Si yo supiera cómo salir de la crisis, no estaría hablando de panes y pasteles... (ríe)

¿Llevar la corona de mejor pastelero del mundo le da dolor de cabeza?

Es un halago y una satisfacción, pero yo trabajo día a día. Me levanto a las seis de la mañana, como desde que tenía 12 años.

¿Existe el postre perfecto?

No, sería como la piedra filosofal... Un postre perfecto es el que a cada uno le guste. A mí el milhojas de vainilla que hacemos me lo parece, y es muy simple. Unas lentejas nos parecerían geniales si no fueran tan populares.

¿No es una paradoja que la tarta de boda de los príncipes hiciera famoso a un republicano de corazón?

Le contaré una anécdota: cuando se dijo públicamente eso mismo, antes de la boda, se montó revuelo. Y yo dije "si el rey se presentara para presidente de la República, yo sería el primero en votarle". En cualquier caso, un cliente es un cliente.

¿Cómo, cuándo y cuánto le pagaron?

¿Cuándo?, a la semana. ¿Cómo?, religiosamente y cuánto no lo sé, porque no llevo los temas económicos. Pero desde mi empresa me sugirieron que podríamos tener un detalle y yo dije 'todos los clientes son iguales, no se pueden hacer diferencias'. Al final, lo de la boda lo pagamos entre todos. Lo que sí es de vergüenza es que se dé dinero público a bancos privados. Un amigo mío francés dice que van a volver las guillotinas a las plazas de los pueblos.

¿Cuánto tienen sus creaciones de tradición y cuánto de innovación, cuánto de artesanía y cuánto de tecnología?

La tecnología la necesitamos para dignificar el trabajo pero la artesanía no se ha perdido. En cuanto a la creatividad, todo está inventado, hay que saber ponerlo en el sitio adecuado de la forma adecuada.

¿Queda algo de los dulces que se hacían en casa?

Ha cambiado el concepto. Pero hemos vuelto al bizcocho con aceite de oliva, para que no se pierda el sabor de la memoria. Aunque el diseño sea vanguardista. Para todos el mejor pastel es el de nuestra abuela.

¿Le ha decepcionado la guía Michelin?

Me decepciona constantemente. No es chauvinismopero sé dónde está la cocina española. Lo que pasa es que no somos franceses y no vendemos tantos neumáticos.

€¿La cultura light es su peor enemigo?

El culto al cuerpo. No todos somos bellos, altos, rubios y con los ojos azules. Hay que dejar hueco al placer.

€¿El chocolate es mejor que el sexo?

No. Mejor que el sexo no hay nada. Pero ¿por qué no sexo con chocolate?