Jaime Anglada (Palma, 1972) se convertirá en unos meses en el primer mallorquín en entrar en el selecto club del Hard Rock Café Internacional, un hito que el autor de temas como Nunca tendremos Graceland y Otra canción de carretera considera "un honor" que le llena de "orgullo" y que quiere "compartirlo" con su gente, con un concierto que se celebrará el próximo viernes en el local del Marítim (23,00 horas), armado con su Takamine, la guitarra que donará.

La historia del Hard Rock Café se remonta a 1971, cuando Isaac Tigret y Peter Morton abrían, en Hyde Park (Londres), un restaurante que, siete años después, aceptaba una curiosa reclamación: un cliente habitual, Eric Clapton, sugería colgar una de sus guitarras a los dos empresarios con el fin de identificar su asiento en el Café. Y así se hizo. Una semana más tarde llegaba un gran paquete que contenía otra guitarra con una nota que decía: "Mi guitarra es tan buena como la suya". El remitente era un tal Pete Townsend (The Who). Era el principio de la colección del Hard Rock Café.

33 años después, la cadena de restaurantes famosa en todo el mundo por sus decorados con objetos de culto del rock y su comida típica estadounidense que se degusta mientras se visualizan videoclips de bandas pertenecientes al género, abre sus puertas por primera vez a un músico mallorquín.

La apuesta por Anglada surgió de Sinto Llobera, uno de los responsables del local del Marítim. "Al principio flipé y pensé que era una marcianada", confesó ayer el rockero. Estaba equivocado y no pudo negarse. "No conozco a ningún tipo del olimpo del rock que haya dicho que no al Hard Rock, incluso el siempre reacio Dylan, que aquí en Palma tiene una gorra y un par de objetos más colgados", comentó Anglada.

En el local del Marítim hay artículos de todo tipo. "Mallorca –la única ciudad española junto a Barcelona y Madrid con Hard Rock– tiene la mejor colección de España y una de las mejores de Europa", aseguró Sinto Llobera. En sus paredes pueden contemplarse una camiseta de Mick Jagger, un vestido rojo de Shakira, una gargantilla de Hendrix, un fular de Lennon...

La guitarra Takemine de Anglada viajará a Orlando en unos días para ser catalogada y regresará a la isla semanas después. "Nos gustaría que llegara por navidades. Sería un buen regalo de Reyes... Lo que es seguro es que antes de 4 ó 5 meses la tendremos de vuelta", afirmó Llobera. Todavía no se sabe dónde será colocada, aunque todo apunta a que será "crucificada" en el lugar que ahora ocupa la guitarra de Neal Schon, de la banda Journey, junto al logotipo de Hard Rock Café. "Me da lo mismo, como si la colocan en el baño", bromeó Anglada.

El rockero confesó estar disfrutando de un año cargado de alegrías. "No me puedo quejar. Entre la publicación de mi último disco, Stereo, y esta historia de la guitarra, me han pasado cosas muy bonitas, como lo de la Volvo Ocean Race", comentó en referencia a la regata oceánica más importante del mundo, en la que uno de los barcos participantes, el Team Telefónica, ha elegido una de sus canciones, Cada noche, para su banda sonora, con lo que dicho tema sonará cada vez que abandone y regrese al pantalán, tanto en las regatas in-port como en las etapas oceánicas.

"El principal motivo de haber elegido este tema, además de porque nos gusta, es que Jaime es un regatista y amigo", ha confesado el patrón del equipo, Iker Martínez. "Nos gusta la idea de que nos represente, y además a él le hace mucha ilusión".

Para el concierto del próximo viernes, el Hard Rock Café Mallorca ha preparado un menú Anglada (25 euros) que incluye nachos o ensalada; costillar, salmón de Alaska o hamburguesa; y helado.