El libro francés que más impacto produjo entre los republicanos españoles no fue La esperanza de Malraux sino Los grandes cementerios bajo la luna, un ensayo de Georges Bernanos publicado por primera vez en 1938 que acaba de reeditar Lumen.

El libro del galo constituye un testimonio de la rebelión de los nacionales en Mallorca, donde el monárquico y conservador escritor se había instalado con su familia paralizado después de un accidente de tráfico. Allí fue testigo de la llegada repentina de la violencia a la isla. A lo largo de las páginas de este ensayo, Bernanos confiesa que estuvo al lado de los republicanos al quedarse horrorizado por las atrocidades cometidas por las derechas españolas, que contaron con la connivencia de la Iglesia Católica, una colaboración que el escritor denuncia.

Nostálgico de una Edad Media de jerarquías estables y convivencia respetuosa, Bernanos encontró en Mallorca un mundo parecido a la vieja Europa, alejado de las acometidas de la modernidad.

El escritor francés simpatizó rápidamente con la ideología falangista. Fue huésped del marqués de Zayas, líder de la Falange en Mallorca, y su propio hijo Yves ingresó en sus filas. Sin embargo, a medida que van pasando las páginas, Bernanos va ahondando en la explicación de la degradación de las ideas que inspiraron la guerra.

Bernanos relata una larga lista de atrocidades, la instauración de un régimen basado en la sospecha y la delación y la sistemática organización del terror.

Tras Los grandes cementerios bajo la luna, publicó Carta a los ingleses (1942), Escritos de combate (1944) o Diálogos de Carmelitas (1949), donde da respuestas comprometidas a la dimisión de las elites francesas, a la Guerra Civil española, al pacto de Múnich, al gobierno de Vichy y a la resistencia francesa. En sus obras, el dolor del mundo, la fidelidad a Dios, la dignidad humana y el satanismo del mal constituyen los temas clave.