Fotos para viajar en el tiempo, memoria patrimonial en imágenes sepia y blanco y negro. Tras la reciente revisión de la obra arquitectónica de Josep Ferragut i Pou en una magna publicación, se revela en otro libro que se lanza esta semana una nueva faceta del autor del edificio de Gesa, la fotografía, que ahonda en su figura de hombre adelantado a su tiempo. "Ferragut fue un precursor en la isla en la labor de preservar el patrimonio a través de la imagen", asegura el historiador Tomás Vibot, al frente de la edición del volumen L'art capturat. Arxiu Històric Monumental de l'arquitecte Josep Ferragut i Pou (El Gall).
La publicación reúne 750 instantáneas de elementos patrimoniales y urbanísticos -algunos de ellos desaparecidos o muy modificados- realizadas por el arquitecto entre 1946 y 1952. Bajo los disparos de Ferragut, se escondía otro de los magnos proyectos del arquitecto: un archivo histórico monumental que perseguía dos objetivos. El primero de ellos, convertirse en el gran inventario (con foto y ficha) del patrimonio de Mallorca. Y dos: servir de testimonio de un legado arquitectónico y artístico en algunos casos efímero y en vías de extinción por la voracidad especuladora en la costa y el Ensanche de Palma. "De hecho, en los años 40, la época del predesarrollismo, muchos elementos peligraban. Es el caso de algunos patios de la ciudad, que o desaparecieron o se transformaron", relata Vibot.
El coordinador del volumen -con prólogo del sobrino del arquitecto, José Ferragut Canals, depositario de los archivos familiares- explica con ejemplos el gran valor que ostentan las imágenes -no todas las disparó él, hay algunas de sus colaboradores y otras compradas- de esta voluminosa publicación. "Quedan inmortalizadas calles, casas, fábricas y otros lugares que fueron derruidos. Es el caso del barrio que se levantaba antes de la apertura de Jaime III, obra en la que Ferragut cooperó con Gabriel Alomar Esteve". Entre los elementos que padecieron intervenciones que modificaron la fisonomía original está el patio de Can Muntanyans o Cal Comte de la Cova, entre otros. Ferragut también puso el foco sobre múltiples detalles, objetos y estructuras que están en manos privadas y que por lo tanto permanecen ocultas a los ojos de los viandantes y/o historiadores. O sobre aquellos públicos pero que se escapan de la mirada humana por su difícil localización.
Es fácil imaginarse al arquitecto absorto por las calles de Palma con su Hasselblad al cuello. Observaba desde la admiración y una extremada sensibilidad los pormenores de su ciudad. "Desde una mirada profunda, pienso que buscaba captar a través de la cámara la esencia y el valor total de cada monumento", opina Vibot. El resultado, un álbum en el que se puede rastrear su conciencia preservadora y del paso del tiempo. En la introducción, el investigador reproduce una frase que Ferragut pronunció en una entrevista que le hicieron poco antes de morir (1968). "En ella, denunciaba la destrucción de las villas de veraneo de la belle époque, construidas en la fachada marítima de Ciutat, a fin de levantar el actual Paseo Marítimo", comenta.
El proyecto de recopilar en un tomo las fotografías fue una sugerencia de Vibot al sobrino del arquitecto, quien le cedió el archivo fotográfico para trabajarlo. "A lo largo de dos meses estuve escaneando todas las imágenes. Cada una de ellas tiene una ficha, que ya estaba catalogada por Ferragut", apunta el historiador. "He recolocado algunas instantáneas que con el paso de los años se habían desordenado y he revisado su catalogación. El trabajo posterior fue el de componer en la página las imágenes", refiere. En cuanto a la agrupación de las fotos, Vibot ha respetado la taxonomía que estableció Ferragut. Así, los capítulos se dividen en edificios, ventanas, patios, puertas, escaleras monumentales, fuentes, artesonados, capiteles, retablos, esculturas y otras categorías arquitectónicas, pictóricas e incluso de mobiliario.
El carácter inédito de muchas de estas imágenes supone un potente valor documental para los investigadores en patrimonio histórico. Además de herramienta de trabajo, la publicación redondea la figura de Ferragut y da una idea muy aproximada de su mirada, comprometida y moderna: la de un hombre adelantado a su tiempo.
