Una película, El atlas de las nubes, y dos historias que se contradicen, la del productor en España de la cinta y la del Consell, que no se ponen de acuerdo en un caso que podría acabar "en los tribunales". A la compleja historia que cuentan los hermanos Wachowski en la cinta les ha salido rival en la vida real, un culebrón protagonizado por Jaume Joan, conseller de Presidència, y José Luis Escolar, administrador único de Calle Cruzada S.L., la empresa que llevó a cabo las labores de producción en Mallorca del largometraje que hoy se estrenará en las pantallas de Festival Park y Ocimax. El motivo del enfrentamiento entre ambos son 150.000 euros, cantidad que según el productor le adeuda el Consell en concepto de incentivo prometido por traer el rodaje a Mallorca. El primero puso ayer a disposición de la prensa el acta del Pleno del Consell reunido el 26 de octubre de 2012 en el que se aprobó el crédito extraordinario para el pago a Calle Cruzada de la cantidad comprometida. El conseller Joan, por su parte, distingue entre "intención" y "compromiso"; admite que sí hubo una "voluntad política" de pagar pero que técnicamente es una "misión imposible"; reconoce su "equivocación"; y concluye que, al final, el Consell "no pagará" ni un euro.

José Luis Escolar, que se encuentra en Los Ángeles post produciendo el largometraje Bolívar, delegó ayer en uno de los jefes de localizaciones de Cloud Atlas, Pablo Azorín, que fue el encargado de leer el comunicado meditante el cual el productor comunica que tiene "absoluta confianza en las instituciones mallorquinas" y que en ningún caso le ha sido comunicada "la negativa al pago del incentivo comprometido por el Consell".

"Queremos solucionar este caso con el diálogo y depositando nuestra absoluta confianza en las autoridades, pero si se nos cierran todas las puertas recurriremos a los tribunales", agregó Azorín.

Una vía que, vistas las declaraciones del conseller Joan, parece inevitable: "No podemos hablar de compromiso, sino de intención política de pagar esa subvención, de voluntad política por parte del Consell. Pero esa voluntad se quebró porque técnicamente no se puede hacer. No se puede dar una subvención a una productora o una sociedad sin una convocatoria pública. Los técnicos me dijeron eso, que no se podía hacer a posteriori y que si se hacía, el conseller se quedaba con el culo al aire. Era una misión imposible.

Como conseller, yo quería pagar y creía que podía pagar, pero me equivoqué. Entiendo que vayan a tomar acciones legales, pero insisto, el compromiso no existe", subrayó ayer a este diario.

Los responsables de Calle Cruzada recuerdan que los compromisos para recibir el incentivo pasaban por realizar en Mallorca un gasto de 2,8 millones de euros, mencionar en los títulos de crédito a las instituciones de Balears colaboradoras y promocionar las escenas rodadas en Mallorca.