El Mallorca pagó anoche con la eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey el absurdo penalti de Russo poco antes del descanso ante un Rayo Vallecano que no necesita favores de nadie (1-0). Esa acción marcó un partido en el que los bermellones ofrecieron un buen nivel en la primera parte, pero que se mostraron impotentes de verdad a la hora de buscar el empate tras el gol de Trejo desde los once metros. El estreno de Muriqi, Sergio Rico y Gio González fue desigual, con buenos detalles del delantero, con la ocasión más clara en su cabeza, y del portero, mientras que el uruguayo estuvo mal como extremo derecho.
Queda el consuelo de que ahora ya no habrá más distracciones para la Liga, pero lo que sucedió en Vallecas no deja de ser una gran oportunidad perdida para meterse en las semifinales del torneo del KO, sobre todo porque los locales tampoco mordieron tanto. No era difícil mejorar la horrorosa versión del equipo en Villarreal en su última puesta en escena, pero es evidente que este equipo debe elevar el nivel en las áreas. Lo más importante es dejar de conceder en defensa porque llueve sobre mojado, pero también hay que generar más arriba. Muriqi puede ayudar, está claro, pero el rendimiento de los Ángel, Kang In Lee, Antonio Sánchez, Dani Rodríguez, Take y compañía debe aumentar.
Luis García Plaza no tiene culpa de que después de una primera parte más que digna, con su equipo a un buen nivel, llegue un regalo impropio de un jugador de Primera. Russo cometió un penalti, a todas luces evitable, al derribar desde el suelo a Álvaro García cuando se disponía a chutar. Es cierto que el central argentino fue a tapar una autopista que había dejado Maffeo en el flanco derecho, pero no debe ser tan inocente al ponérselo tan fácil al extremo de los locales. Trejo, desde los once metros, no falló para batir a un Sergio Rico que prácticamente había estado inédito en los cuarenta y dos minutos anteriores. Y es una pena porque el Mallorca estuvo bien plantado, sin grandes ocasiones, ante un adversario que no estuvo tan cómodo como en el encuentro de la Liga.
De hecho, los baleares dieron el primer susto cuando Ángel marcó a los once minutos con una vaselina, el problema es que lo hizo estando en fuera de juego. Pero, al menos, ya fue toda una declaración de intenciones. Los visitantes, con mucha menos elaboración que en otras ocasiones, con Antonio Sánchez y Galarreta en el centro del campo, estuvieron ordenados y con buenas intenciones, aunque fallaban a la hora de dar el último pase. Eso sí, un gran centro desde la izquierda de Jaume Costa fue cabeceado por Maffeo, el más activo y que entró como un tren a toda velocidad, para que la pelota se fuera desviada.
No obstante, los madrileños, los mejores de la Liga en casa, también avisaron. Primero con un cabezazo de Isi, que se fue fuera, y después con una volea desviada de Álvaro García. Nada que infundara miedo de verdad, ni mucho menos, hasta que llegó el absurdo penalti de Russo. La segunda parte se inició con un paradón de Rico, que demostró unos grandes reflejos con un testarazo de Álvaro García y después, ahí sí, Russo despejó de forma acertada cuando la pelota estaba muerta en el interior del área. Pero hubo más. El Rayo quería sentenciar lo antes posible. Isi probó fortuna con un buen disparo desde la frontal que salió desviado. García Plaza movió el banquillo para buscar una reacción de los suyos con la entrada de Dani Rodríguez, Salva Sevilla y Hoppe. Y no lo consiguió. Costa, otra vez, sirvió un buen centro directo a la cabeza de Muriqi, que remató ligeramente fuera. Lo triste es que eso fue un espejismo porque el Rayo respondió de inmediato, con una buena acción de Santi Comesaña y un remate, muy alto, de Mario Suárez.
El Mallorca no supo dar un paso hacia adelante, con un Kang In Lee sin protagonismo, ante un adversario que supo juntar sus líneas y esperar su momento. La ocasión más clara del choque llegó en el 79 después de un gran pase de Jaume Costa. Muriqi, aprovechando sus 194 centímetros, metió la cabeza para enviar la pelota fuera por muy poco, una pena porque Dimitrievski había salido a por uvas.
Y en el tramo final entró en juego el oficio del Rayo ya que provocó que apenas se jugara. Los siete minutos de descuento, pocos a tenor de lo sucedido, se esfumaron con el Rayo incluso creando más peligro, con un remate al palo de Nteka incluido, y con un Mallorca incapaz de hacer daño. Hasta aquí ha llegado la Copa del Rey. Lo importante es evitar el descenso, pero las semifinales no estaban tan lejos. Y eso duele.
RAYO VALLECANO: Dimitrievski, Balliu, Catena, Mario Suárez, Rodrigues, Óscar Valentín, Santi Comesaña (Unai López, min. 62), Trejo (Nteka, min. 78), Isi (Bebé, min. 88), Álvaro García (Pathé Ciss, min.78) y Sergi Guardiola (Sylla, min.62).
REAL MALLORCA: Rico, Maffeo, Valjent, Russo, Jaume Costa, Galarreta (Hoppe, min. 57), Antonio Sánchez (Battaglia, min. 73), Gio González (Salva Sevilla, min. 56), Kang In Lee (Kubo, min.76), Ángel (Dani Rodríguez, min. 56) y Muriqi.
GOLES: 1-0: Trejo, de penalti (min.42).
ÁRBITRO: César Soto Grado (C. Riojano).
T. AMARILLAS: Santi Comesaña (min. 27);Galarreta (min. 33), Antonio Sánchez (min.51), Óscar Valentín (min.71), Trejo (min.78), Russo (min. 84), Maffeo (min. 90), Valjent (min.90); Pathé Ciss (min.97), Dimitrievski (min.97), Balliu (min. 98).
T.ROJAS: No mostró.
