Aestas alturas del mercado invernal, lo normal es que los clubes ya hubieran hecho más de un movimiento en sus plantillas, unos para seguir con aspiraciones de ascenso y otros para mantener la categoría. Pero nos encontramos en plena época de pandemia, que se está haciendo eterna para todos, lo que, con los estadios cerrados, agrava los problemas económicos de los clubes. Ya lo dijo Luis García con su naturalidad habitual: «Estamos tiesos».
Después de varios intentos, el Mallorca se ha quitado de encima uno de los jugadores que no contaban para el técnico, un Álex Alegría que, al igual que para Moreno, no ha servido para el actual inquilino del banquillo de Son Moix. Segundo año, segunda cesión. Y le quedan otras tres temporadas. Gracias, Molango.
Que nadie espere sorpresas. El jugador que llegue, muy probablemente cedido, para cubrir la plaza del ya zaragocista lo hará seguramente para ganarse el puesto que ahora, por méritos propios, pertenece a Abdón. Y es que el Mallorca, como la práctica totalidad del fútbol español, está sin blanca. Se ficha a un punta por la necesidad imperiosa de ascender. Y si el técnico se apaña con eso, una alegría que se llevará Sarver. Que falta le hace.