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El termómetro del Mallorca

Análisis

El termómetro del Mallorca

El gráfico que mide la situación actual del Mallorca, en proporción a la trayectoria que le garantiza la salvación, aporta la mejor aproximación al estado del equipo. Es un termómetro, básico pero esencial, la prueba a la que no renuncia ninguna verificación de la marcha del club.

Los clásicos contrapondrán la utilidad de la clasificación, pero la frágil y cambiante posición en la tabla decae en importancia frente a la proyección estable. Saber que hay tres o cuatro equipos peores suministra una euforia engañosa por pasajera, que puede desvanecerse a la siguiente jornada. Responde a la pregunta falsa "¿se salvaría el Mallorca si la Liga acabara hoy?" Con el matiz de que la competición no acabará ahora, le quedan 22 encuentros.

El gráfico en diagonal contempla los 38 partidos a la vez, y resuelve el dilema "¿se salvará el Mallorca al final de temporada, que es cuando importa?" O más modestamente, "¿lleva el Mallorca camino de salvarse" La respuesta es negativa, mientras el equipo se mantenga por debajo de la diagonal y pese a que la clasificación haya sido más optimista hasta la fecha. Por supuesto, el horizonte de los 45 puntos es arbitrario, diseñado con la holgura suficiente para no pecar de exceso de confianza. Obligaba a obtener 1,2 puntos por encuentro. Puede modularse a lo largo del campeonato, en la seguridad de no llevarse sorpresas negativas. El coche no va a costarle más en ningún caso, quizás menos.

Una aplicación del gráfico que no suministra la imagen, pero que se halla al alcance del lector, consiste en unir el origen con la ubicación actual del Mallorca. Prolongando esta recta hasta su extremo se alcanza la puntuación proyectada a final de temporada. En estos momentos, el Mallorca va camino de los 32 puntos, que serían 35 si el sábado hubiera empatado en el Camp Nou. Ni en la ensoñación más forofa se conserva la categoría con esa marca.

El gráfico de la temperatura del Mallorca es más útil ahora que cuando se aproxime el final de la Liga, en cuanto pierde su capacidad de predecir el futuro porque el porvenir deja de existir. Pero en la fase final mantiene intacta su virtualidad para advertir las fases de crecimiento y estancamiento del club, las famosas rachas a lo largo de la temporada que tampoco desgrana la tabla clasificatoria.

El gráfico de la salvación ofrece la cotización bursátil del valor Mallorca durante la Liga. Este dato no solo es decisivo para la moral propia, sino por su impacto sobre el estado de ánimo de los rivales. Buena parte de los encuentros se ganan en la predisposición mental, la ejecución es rutinaria.

Ahora mismo, el gráfico muestra la peor racha del Mallorca, tres derrotas consecutivas que no se registraban desde la jornada siete. La línea horizontal aleja de la diagonal y presagia la catástrofe. En la imagen se advierte que una victoria aislada no basta para rescatar a un equipo del naufragio. La esencia de las remontadas se centra en dos victorias consecutivas, una baza que el Mallorca solo coronó con sus dos victorias consecutivas contra Español y Real Madrid en Son Moix. Un pesimista alegará que la imagen rebaja la alegría, pero la salvación surge del realismo. Es duro consignar que ni una victoria en el Camp Nou hubiera situado al Mallorca del lado correcto de la diagonal. Aunque casi.

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