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Primera División

Media hora de terror en Getafe

El Mallorca sufrió un gol en propia puerta, un penalti que no era y la lesión de dos jugadores

Kubo entró por Salva Sevilla en el minuto dieciocho. lof

Solo en la peor de las pesadillas de un mallorquinista podría aparecer lo que le tocó vivir a su equipo ayer en los primeros treinta minutos de encuentro en el Coliseum Alfonso Pérez. Una media hora de terror que puso muy cuesta arriba cualquier posibilidad de fantasear con sacar algo positivo. Un gol en propia puerta, un penalti señalado que no fue y dos futbolistas que se vieron obligados a pedir el cambio son situaciones que pueden darse en el fútbol, pero raramente de una manera tan concentrada en el tiempo. Lo cierto es que todo eso desembocó en un 2-0 que condicionó de forma decisiva el choque.

El Mallorca todavía no se podía creer la gran ocasión que había fallado Dani Rodríguez, tras una gran acción de Budimir, cuando encajó su primer gol. Baba, uno de los mejores de los bermellones en este inicio de curso, perdió de vista la pelota en un lanzamiento de esquina y acabó introduciéndola en su propia portería para desesperación de Manolo Reina. Un regalo difícil de digerir que ya enrareció el inicio. Como lo fue que Salva Sevilla reclamara salir del campo por molestias, una circunstancia que provocó la entrada de Kubo. Pero es que poco después Baba Ramahn se hizo daño en la rodilla y también tuvo que irse a la ducha. Lumor fue su sustituto.

Solo habían pasado dieciocho minutos, pero como en la vida, si algo va mal, puede ir a peor. Porque el colegiado Jaime Latre señaló un penalti, que no era a todas luces, por un supuesto agarrón de Sastre a Jaime Mata. Jorge Molina no perdonó y encarriló la victoria de un Getafe que todavía se preguntaba qué había hecho para ir 2-0 en media hora. Lo que sucedió después ya es otra historia, pero esta es de las que hace daño.

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