Con una revolución a fuego lento. Jornada tras jornada y lejos de absurdos o insensateces. Así se ha ido fraguando el once de Vicente Moreno con el paso de las semanas. El Real Mallorca ha sufrido casi una total transformación desde que el pasado 19 de agosto retornara al fútbol profesional. Solo cuatro jugadores han soportado la metamorfosis que ha sufrido el equipo. Solo cuatro futbolistas siguen siendo intocables para Vicente Moreno:

El valenciano inauguró el curso con un once casi calcado al que logró el ascenso a Segunda División. Carlos Castro fue el único futbolista aterrizado en el mercado estival que logró hacerse con un hueco en el primer equipo titular de la campaña. La aparición de Fran Gámez, con un Sastre lesionado, y de Salva Ruiz, ante la inminente marcha de Javi Bonilla, eran las únicas sorpresas que presentaba el de Massanassa en su primera alineación de la temporada. El Mallorca logró la victoria ante Osasuna con un tanto de Abdón Prats, el máximo realizador bermellón en el curso del ascenso.

Con el paso de las jornadas, el técnico valenciano fue introduciendo pequeños cambios. El ostracismo de Carlos Castro, la revelación de Dani Rodríguez o la intermitencia de Stoichkov fueron algunas de las notas destacadas en el primer tercio del campeonato. Las lesiones también empezaron a pasar factura a algunos futbolisas. Salva Ruiz se vio obligado a ceder su puesto a Pervis Estupiñán e incluso Parera abanderó la portería durante seis jornadas ante la ausencia del cancerbero andaluz.

La línea defensiva empezó su propia mutación. Gámez cayó lesionado y Joan Sastre forzó las marchas de su recuperación para retornar al once del conjunto bermellón. Martin Valjent, sin ruido, desplazó al incombustible Xisco Campos, quien desde la jornada veinte ha pasado a un segundo plano. Estupiñán, afianzado en el lateral zurdo, se ganó la confianza del míster en detrimento de Salva Ruiz, pese a su recuperación.

En el centro del campo, la dupla Salva Sevilla-Marc Pedraza parecía intocable, hasta que el centrocampista catalán cayó lesionado a mediados de enero y abrió las puertas de la titularidad a Baba. El ghanés no desaprovechó la oportunidad y se convirtió en un habitual en los planes de Moreno en este 2019.

Lago Junior es con diferencia el futbolista con más minutos del plantel bermellón. El costamarfileño no ha fallado a ninguna de las citas del Real Mallorca esta temporada. Titular en las 32 jornadas disputadas hasta el momento, solo en cuatro partidos ha sido sustituido en los últimos minutos. Es el futbolista de Segunda División con más recorrido este curso, 2.834 minutos. Una posición que contrasta, el extremo izquierdo, con la inestabilidad vivida esta campaña en su puesto antagónico. Varios han sido los futbolistas que han intentado, a lo largo de la campaña, hacerse con la banda diestra del conjunto rojillo. Por allí han pasado Aridai Cab(1.683 minutos), Pablo Valcarce (332), Merveil (235) y en las últimas jornadas Leo Suárez (372 minutos). Es uno de los grandes rompecabezas de Moreno este curso.

En la línea de ataque, el desfile de jugadores ofensivos parece haber llegado a su fin tras el aterrizaje en la isla de Ante Budimir durante el pasado mercado invernal. Antes Carlos Castro, Abdón Prats, Álex López y Stoichkov rivalizaron por hacerse con un hueco en el once. Stojiljkovic también gozó de algunos minutos antes de lesionarse, lejos eso sí, del nivel mostrado por el atacante croata, quien suma ya cuatro dianas.