Vicente Moreno insiste, por enésima vez, en no hablar de play-off. Da igual que su equipo esté metido en el ajo, que sume una racha de tres jornadas consecutivas ganando o que incluso haya puesto tierra de por medio, dos puntos, con el séptimo clasificado. El discurso del técnico del Real Mallorca se mantiene inamovible y parece que no habrá nadie que consiga cambiárselo. "Parece que yo tenga algún interés en aburrir con mi discurso", respondió ayer al ser cuestionado por los puestos de promoción. "No creo que haya que decir nada más. Si queremos seguir ilusionando a la gente hay que ganar cada fin de semana", argumentó.

Tras la importante victoria ante el Zaragoza, el preparador valenciano reconoció que le apetecía "disfrutar un rato". "Pero esto mañana sigue y ya pensamos en el próximo rival. El problema es que esto no para porque tenemos la necesidad de ganar cada semana", aseguró el de Massanassa, quien admitió que, pese a la superioridad en el marcador, "el partido había sido igualado". "En la segunda parte creo que hemos tenido ocasiones para sentenciar, pero ellos también han apretado. El hecho de jugar con uno más sobre el verde y encontrar el segundo gol ha hecho que ya todo se pusiera de cara", resumió.

Para acabar, Moreno se refirió al tanto de Antonio Raíllo, quien remató al fondo de la red en el último minuto del primer periodo: "Cuando he visto que remataba él he pensado: '¿Y este? ¿Qué hace ahí?' Raillo es un jugador al que de vez en cuando le gusta hacer excursiones, de hecho tiene un apodo en ese sentido dentro del vestuario. Intentamos calmarlo, domarlo, pero si consigue el gol no podemos decirle nada. De no haber marcado le habríamos tirado de las orejas", bromeó el preparador del Real Mallorca, quien expresó su alegría tras la respuesta de la afición. "Pese a la hora y el día del partido ha venido mucha gente. Para nosotros es muy importante su apoyo", valoró.