La actual plantilla del Mallorca merece un monumento. Hace su trabajo, cierto, pero es que lo hace muy bien. Los Salva Sevilla, Lago, Xisco Campos y compañía han conseguido que la afición se vuelva a sentir orgullosa de su equipo, algo que hacía demasiado tiempo que no sucedía. Muchos de los jugadores están ofreciendo su mejor versión, una circunstancia en la que tiene mucho que ver el técnico Vicente Moreno. Sin embargo, no hay que engañarse. Esto es fútbol profesional y el Mallorca está ante una gran oportunidad de dar un paso más. Si puede llegar un delantero que marque las diferencias, el club debe tener la puerta abierta y dejar el sentimentalismo para mejor ocasión. No hay que tocar lo que funciona, pero tampoco hay que ser ingenuos. Es normal que nadie quiera irse. No obstante, para entrar, hay que dejar salir. El club debe solucionar este asunto. Y pronto.
