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Xisco Campos

Xisco Campos: "Sé que todo tiene un final, pero ahora mismo estoy disfrutando más que nunca"

El central bermellón reconoce que, desde que se marchó del Mallorca en 2005, siempre tuvo en mente "el deseo de regresar algún día"

¿Se hace suya la frase: 'Qué bien se vive en Mallorca'?.

Sí, creo que tenemos la suerte de vivir en una isla que lo tiene todo, es algo impagable. He estado en muchas ciudades donde he vivido muy bien, sobre todo tengo muy buenos recuerdos de Tarragona, un lugar parecido a esto. Ser futbolista te permite disfrutar de diferentes sitios, pero volver a casa siempre es un motivo de alegría.

¿Se le pasó por la cabeza alguna vez que regresaría?

Cuando me fui tenía el deseo de volver, pero a medida que iban pasando los años regresar al Mallorca me parecía realmente complicado, quizás llegó en un momento inesperado. Las circunstancias también son las que son, pero era una oportunidad que no podía dejar pasar y la quería aprovechar. Desde que me fui tenía en mente este objetivo, aun así me pilló bastante por sorpresa.

Tuvo incluso que poner dinero de su bolsillo para rescindir su contrato con la Ponferradina. ¿Le ha dado tiempo a arrepentirse?

Cuando eres futbolista sabes las reglas del juego, has de ser coherente y tener en cuenta que todas las decisiones tienen sus consecuencias. Estoy contentísimo, estoy cómo quiero y dónde quiero. Ahora es fácil decirlo porque todo va bien, pero aunque viviéramos un momento complicado, me gustaría vestir esta camiseta de cualquier manera, independientemente de las circunstancias, yo quería estar aquí sí o sí.

¿Qué recuerda de su etapa en el Mallorca en 2005?

Fue una etapa muy buena. Recuerdo el gran nivel que tenían los compañeros de aquella época. Me tuve que adaptar, entrenar muchísimo, había mucha exigencia, tanta en División de Honor, como en Segunda B. Llegué a poder debutar con el primer equipo, que para cualquier futbolista de la isla es un sueño, y luego, cuando acabó el año, tomamos la decisión de que tenía que irme. Fue una etapa que siempre recordaré con mucho cariño.

¿Queda algún amigo de esa época?

Sí, sí quedan amigos y aún mantengo el contacto con gente como Tuni. El otro día se incorporó al División de Honor Julián Robles, que también estuvo conmigo en esa categoría. De Segunda B tengo más o menos contacto con todos y sigo su progresión y la verdad es que había un muy buen grupo. Era un equipo con mucha ilusión y ganas de que salieran bien las cosas.

¿Cómo era Héctor Cúper?

Era un hombre muy potente en cuanto a liderazgo, todo lo que te decía te convencía sí o sí. En el día a día era una persona muy exigente. Recuerdo entrenamientos muy duros con él. Tengo muy buenos recuerdos porque fue el técnico que me dio la oportunidad de debutar y siempre estaré muy agradecido y cuando tuve la oportunidad de entrenar con él, estaba contentísimo porque sabía lo que significaba Cúper para el mallorquinismo.

¿Se ha desmallorquinizado este club?

Creo que a nivel de futbolistas, va un poco por rachas. Me da la impresión de que pasa en todos los clubes, no creo que tenga que ver con nada más allá de la casualidad. Este año, en el Mallorca, hay bastantes mallorquines y es un plus, aunque independientemente de dónde sea la persona, si se consigue tener un sentimiento de pertenencia, da igual dónde hayas nacido. Creo que concretamente en Mallorca ha pasado en numerosas ocasiones. Mucha gente que no era de aquí, al final se queda a vivir. Es como un mallorquín adoptado. A mí me pasó algo muy parecido en Tarragona. No era de allí, pero el sentimiento de pertenencia que yo tenía hacia el club, hacia la ciudad, era total. Mucha gente me trataba allí como uno más. Eso es lo más importante, que la gente se entregue al 100%.

Después de tantos años fuera, ¿a usted ya no le mueven de aquí?

No me gusta hacer muchos planes, porque creo que he fallado en todos. El mundo del fútbol es muy inestable, nunca puedes asegurar nada. Evidentemente estoy muy bien aquí, estoy contento, tengo a la familia, pero en este mundo nunca se puede descartar nada. Esta es mi casa y siempre volveré.

¿Dónde ha disfrutado más jugando a fútbol?

Creo que he disfrutado en todos los sitios, pero siempre está vinculado a que el año sea positivo a nivel grupal. Sobre todo en Tarragona disfruté de una etapa muy larga en la que me divertí mucho jugando y, a día de hoy, creo que cada día disfruto más. A medida que vas teniendo una cierta experiencia y una cierta edad, cada vez saboreas cosas nuevas. Al menos a mí me pasa que estoy disfrutando más que nunca de los entrenamientos, de los partidos, de todo. Tengo muchísima ilusión y, a día de hoy, donde más he disfrutado de jugar a fútbol es aquí. Si el grupo va bien y se consiguen los objetivos, se disfruta muchísimo más, eso nos pasó también en Tarragona (sonríe).

Recuerda con mucho cariño su etapa en el Nàstic

Bueno, hubo de todo. También hubo momentos malos, pero de esas situaciones también se aprende. Hubo momentos difíciles y duros, de eliminatorias complicadas. He vivido años complicadísimos, pero todos esos momentos me han ayudado a madurar y a aprender mucho de la vida.

¿Cuántas lágrimas le ha hecho derramar el fútbol?

A todos los futbolistas, antes o después, nos ha tocado derramar alguna lágrima, creo que difícilmente puedes disfrutar siempre de momentos de alegría. No siempre vas a jugar todo, no siempre vas a estar bien, hay muchas situaciones diferentes y claro que ha habido lágrimas en momentos de impotencia, aceptar un resultado que no te gusta o una situación que no acabas de entender. Pero los momentos difíciles te hacen aprender y saber valorar los buenos.

¿Esperaba un inicio como el que han tenido?

Es un inicio buenísimo y no me cabe duda de que todos lo hubiéramos firmado. Evidentemente quedan muchos puntos por conseguir y nos tenemos que centrar en eso. Hay que alargar la dinámica lo máximo posible porque para conseguir objetivos debemos seguir sumando. Los que tenemos hasta ahora están muy bien, pero no nos llegan. Ahora nos enfrentamos a un rival que está necesitado y ya sabemos que en esto del fútbol cualquier equipo te puede sorprender. No podemos dejar de estar atentos un solo instante.

¿Es tan serio dentro del vestuario como lo parece fuera?

Sí, soy bastante serio aunque creo que es de agradecer porque ya hay un vestuario de cachondos totales y no hace falta que haya alguien que haga más bromas. Pedraza, Bonilla, Reina, Álex, Giner? Están todo el día bromeando y yo, aunque río con ellos, prefiero mantenerme un poco al margen.

Y Vicente Moreno... ¿Acepta las bromas?

El míster es el primero que si tiene que hacer una broma, la hace. Él separa perfectamente cuando se puede y cuando no. Puede ser muy exigente a la hora de trabajar, pero en momentos más relajados también es el primero que te lanza una pullita y no pasa nada.

"Provocador, competitivo y muy metódico", así definió a Vicente Moreno durante su etapa en el Nàstic, ¿ha cambiado en algo?

No, creo que el míster sigue en la misma línea que tenía en Tarragona. Es una persona que vive el fútbol intensamente, que es metódico y que quiere controlar todo lo que está a su alcance. Es una persona que en el día a día es muy exigente, siempre quiere que mejoremos en todas las facetas y mediante las herramientas e infraestructuras que tenemos a nuestro alcance, creo que el trabajo se facilita.

Usted como capitán, ¿le une una relación especial?

Al final los capitanes somos como un mensajero entre la plantilla y el cuerpo técnico. Tenemos una relación normal y cordial, somos una especie de nexo que trata sobre todo temas de la relación y la convivencia en el grupo. A él le gusta mucho la comunicación y es de agradecer.

Tiene contrato hasta junio de 2018. ¿Se ve con 36 años jugando en Segunda?

Sí. Cuando firmé con el Mallorca mi aspiración era competir siempre que me vea fuerte. Sabemos cuál es el objetivo del club, sabemos dónde estamos y a qué hemos venido. Mientras me vea con fuerzas, competir será una consecuencia. Ahora mismo me veo fuerte, me veo con ganas y con muchísima ilusión, estoy disfrutando más que nunca y tengo fuerzas para seguir.

Entiendo por sus palabras que no tiene fecha para colgar las botas

Decir a día de hoy hasta aquí voy a llegar no tiene mucho sentido. Creo que todo se basa en sensaciones, en la ilusión que yo tenga, en que siga o no disfrutando, aunque evidentemente todo tiene un inicio y un final y llegará un momento en el que tendré que tomar una decisión, pero por ahora voy con el día a día, trabajo por sensaciones y ahora mismo, a nivel mental y nivel físico, mis sensaciones son buenas, no me planteo esas cosas.

Ya entrenó a un equipo alevín durante su etapa en el Nàstic, ¿se ve en un futuro ejerciendo como técnico?

Es cierto que es algo que me gusta muchísimo y no sé a qué nivel, pero sí que me gustaría entrenar a algún equipo y seguro que cuando acabe, en algo de esto me meteré. Es algo que probé en su momento, que me gustó muchísimo, pero ahora mismo solo puedo centrarme en jugar, que ya es suficiente.

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