“Está claro que mi objetivo individual es jugar”, decía esperanzado Juan Domínguez durante su presentación como jugador del Mallorca el 5 de julio. Casi cuatro meses después, es imposible que el centrocampista pueda tener alguna queja en ese sentido porque es el único de la plantilla que lo ha jugado todo. El cambio de Yuste a un cuarto de hora del final en el duelo del domingo en Tarragona ante el Nàstic le deja en solitario en esta particular estadística. 1.080 minutos en los doce partidos que se han jugado hasta el momento es el balance del gallego, que aterrizó en la isla para encontrar la confianza que no iba a tener en el Deportivo en Primera -está cedido-. Es el intocable de Vázquez, que le ha mantenido siempre en el once titular, por muchos cambios de jugadores y sistema que haya aplicado.
Es evidente que Domínguez sabía dónde aterrizaba. El entrenador del Mallorca, al que ya le dirigió en su anterior etapa en Riazor, le había prometido que si apostaba por jugar en el Iberostar Estadio iba a tener tiempo para demostrar sus cualidades. “Vázquez ha sido muy importante para mi llegada. Es una ventaja que con él pueda seguir creciendo. Él es el que va a decidir quién juega, pero sé que no me va a intentar cambiar. Sé que el puesto me lo tengo que ganar, pero si vas a un sitio en el que no te conocen siempre es un poco más difícil”, comentó en su caluroso estreno como mallorquinista, sentado entre el consejero delegado Maheta molango y el director deportivo, Javi Recio.
El preparador de Castrofeito le ha ubicado en su posición natural, como mediocentro, aunque su rendimiento está siendo irregular. Ha alternado buenas actuaciones con otras en las que no ha estado a la altura de las expectativas. Porque es de los que juega y hace jugar, apoyando al compañero e incluso sirviendo buenos pases a los atacantes. Pero también demuestra excesiva frialdad y no aporta la consistencia necesaria. Da la impresión que se siente más liberado con Juan Rodríguez a su lado que con otros jugadores porque el andaluz le ayuda en las labores de destrucción del juego, una de las características que no se encuentra entre sus virtudes. De hecho, sufre demasiado a la hora de actuar como único pivote defensivo, aunque Vázquez confía a ciegas en su calidad y experiencia, de ahí a que haya disputado todos los minutos del campeonato. En la plantilla solo el pivote y Yuste han superado los mil minutos de juego.
Un total de veintidós futbolistas han actuado hasta el momento con la camiseta rojilla. Culio, que en Tarragona se quedó sin jugar por primera vez por sanción, es el tercero de la lista con 951 minutos. El argentino es otro de los imprescindibles, pero la quinta amarilla ante el Alcorcón le obligó a descansar. El ‘pichichi’ Brandon -874- y Joan Oriol -827-son los siguientes en una nómina de futbolistas en la que también aparecen entre los más utilizados Lago Junior -818- y Campabadal -811-. Esto contrasta con Dalmau, que con cincuenta y nueve minutos es el menos usado del primer equipo.
