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Análisis

Ángeles y/o demonios

Karpin añade leña al fuego cuando recuerda que Scepovic no es Messi y que, si no juega, es por algo. Esto último ya nos lo imaginábamos y sin embargo han pasado por aquí fieras mucho más difíciles de domar. Tanto Eto´o como Kustudic, por citar ejemplos de distintas épocas, fueron conducidos al redil. También sabemos que no es Cristiano, ni siquiera Aduriz o Yuri, por no salirnos de la categoría, pero tampoco es Abdón, dicho sea sin ánimo de polemizar ni ofender.

Si el reiterado suspenso de un alumno a veces tiene su origen en el mal trabajo del profesor, algo tendrá que ver el juego del equipo si consideramos que marcar seis goles, ninguno de penalti, habiendo jugado solo 1.019 minutos de los primeros 1.800 del campeonato o, lo que es lo mismo, el cincuenta y seis por ciento del tiempo total; no es mala cifra. Muy superior a la de sus compañeros a la de otros que todavía no lo son.

Por supuesto que, hablando de tópicos, ningún entrenador toma decisiones que le perjudiquen. O, mejor dicho, no actúa conscientemente contra sus propios intereses, un delicado matiz si bien el fútbol está lleno de ejemplos los cuales inducirían a concluir que ocasionalmente el orgullo se antepone a la lógica. Tampoco vamos a hacer un mundo de un asunto que simplemente llama la atención o sorprende. Nada más.

El mercado invernal es peculiar. Los jugadores que deberían salir no se quieren marchar. A ver quién es el guapo capaz de rechazar un año entero de vacaciones pagadas en Mallorca. Assulin tendrá sus limitaciones como futbolista, pero no es tonto. Y no es el único. Tampoco son fáciles las entradas, ni tampoco baratas siempre que valgan la pena y además estemos hablando de delanteros.

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