Hoy arranca el proceso participativo de la cuarta modificación del Pla Territorial dedicada exclusivamente a las energías renovables que contempla tanto la fotovoltaica como la eólica o la biomasa. «Siempre que hacemos una iniciativa legislativa emprendemos un proceso de participación con todos los sectores implicados». Ahora, resume la consellera insular de Territorio, Maria Antònia Garcías (Inca, 1973) empieza el proyecto participativo con Ayuntamientos, colegios profesionales, empresas, grupos políticos y observatorio del paisaje, una ronda de consulta y debate que se prolongará a lo largo de una semana con el reto fijado de no tardar más de dos meses para tener la aprobación inicial. «Ahora empezamos este proceso de participación que será una de las herramientas de análisis para cerrar cuáles son los modelos prioritarios tanto de zona como de integración», resume Garcías.
¿Cuál es el objetivo de esta modificación del Pla Territorial dedicada a las energías renovables?
Trata de decir dónde y cómo es mejor que se implanten las estaciones para lograr el mejor modelo de implantación de energías renovables de Mallorca. No puedo concretar cuál será la mejor zona porque aún lo estamos estudiando pero hablamos de muchas zonas de Mallorca. Será un mapa con muchos puntos marcados como prioritarios y distribuidos por la isla pero el parque deberá cumplir distintas condiciones de modelo, de tamaño y de integración territorial y paisajística que marca esta modificación del Pla Territorial.
¿Cuáles son estas condiciones?
Las condiciones básicamente son de tamaño. Si se trata de un campo fotovoltaico, que sean cuatro hectáreas y si es un parque de producción de energía eólica estamos hablando de entre cuatro y cinco molinos. La energía eólica también es una de las apuestas que hace esta modificación del Pla Territorial. Hay una diferencia clarísima entre la energía fotovoltaica y la eólica a nivel de territorio y paisaje. La fotovoltaica se ve menos y ocupa más espacio. La eólica ocupa muy poco espacio, es muy compatible ubicarla en suelo rústico y que siga teniendo otro uso porque ocupa un porcentaje pequeño, por ello, trabajamos para integrar paisajísticamente todas las producciones de energía tanto eólica como fotovoltaica. Podemos decir que esta modificación hace una apuesta para ubicar de manera correcta los molinos eólicos. También trabajamos con el tema de la biomasa. Así, son tres tipos de energías renovables: la fotovoltaica, la eólica y la biomasa.
¿Y en cuanto a distancia entre parques?
La separación es una cuestión fundamental. El modelo incluye la distancia que debe haber entre los distintos parques pequeños. Ahora estamos hablando de una distancia de 400 metros. De la zona marcada como prioritaria, como máximo se podrá ocupar un 10% de esta superficie por parques de energía renovable tanto fotovoltaica como eólica. Lo que hace el Pla Territorial es determinar qué zona consideramos que es correcta para la instalación de parques fotovoltaicos y en que zonas deben ir los eólicos. En los dos casos se marca cómo deben ser. Una planta fotovoltaica puede tener una ubicación perfecta de manera muy sencilla, simplemente debe estar ubicada y bien orientada al sol. En cambio un molino eólico necesita más condiciones. Además del viento, los elementos del entorno pueden implicar cambios de dirección de viento.
¿Hay una apuesta por la energía eólica?
El eólico es un modelo del que queremos hablar. Lo queremos introducir porque ocupa muy poco territorio y su producción en comparación con las hectáreas ocupadas de placas solares es un dato que hay que tener en cuenta. Nosotros ponemos sobre la mesa los tres modelos. El eólico no está instalado aún pero para nosotros es importante porque el consumo de territorio que tiene es prácticamente cero y la eficiencia es muy elevada. Creemos que es un modelo de futuro y lo queremos introducir.
Ahora se abre el proceso participativo, pero ¿cuál es el modelo que propone el Consell?
Vamos hacia un modelo de parque de energía renovable pequeño, integrado paisajísticamente, en puntos donde la visibilidad esté controlada, es decir, si se ve, cómo se ve, qué visual afecta a aquel territorio, cómo es el suelo y qué tipo de paisaje tiene a su alrededor, si es abierto o es un paisaje fragmentado, para decidir cuáles son las medidas de integración paisajística para que el parque de energías renovables esté implantado en el territorio de la mejor manera. Territorio y paisaje se tienen totalmente en cuenta porque es el eje de dicha modificación. Es decir, dónde implantar bajo los criterios de territorio y paisaje las energías renovables para alcanzar los objetivos marcados y el uso completo de la energía eléctrica con fuentes renovables.
El objetivo de dicha modificación es colocar estas estaciones de energías renovables adecuadamente y que el criterio de paisaje y territorio sean criterios fundamentales para la ubicación de los parques de producción de energía renovable. Evidentemente no ponemos en duda que nuestro camino es la descarbonización completa de la isla de Mallorca, que la energía que se utilice sea de fuentes renovables.
