Nuevo golpe a las obras de reforma de la Gran Vía de Sóller. Los trabajos de creación del bulevar han quedado paralizados por falta de materiales y el Ayuntamiento no prevé que puedan retomarse hasta finales de enero con el consiguiente retraso que acarreará el proyecto.
La obra se detuvo a mediados de la semana pasada pero no fue hasta el jueves cuando el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, reconoció ante los medios que la paralización no tenía nada que ver con el paréntesis vacacional de Navidad al que se han sumado muchas empresas del sector de la construcción. Según explicó, los trabajos se tuvieron que paralizar por la falta de piedras para construir las nuevas aceras de la calle.
El problema surgió hace unas semanas cuando el Consistorio decidió cambiar el proyecto de reforma tras la polémica suscitada por los materiales utilizados. El proyecto preveía la utilización de un forro de piedra extraído en una cantera de Teruel y de hecho este material se utilizó en un primer tramo de las aceras de la calle. Pero el resultado ni agradó a las autoridades municipales, ni a la oposición ni a los vecinos, que criticaron el cambio estético que suponía para una calle tan emblemática como la Gran Vía la utilización de materiales diferentes a los autóctonos.
Por este motivo, el Ayuntamiento rectificó el proyecto y apostó por pavimentar las aceras con piedra autóctona de Mallorca procedente de una cantera de Binissalem. El problema ha sido que no ha habido material suficiente y los trabajos de pavimentación han tenido que paralizarse temporalmente.
El alcalde informó que para el tramo de calle que se somete a transformación se necesitan 600 metros cuadrados de piedra, aunque por ahora el proveedor solo ha podido conseguir unos 200. Simarro explicó que en las próximas semanas se subsanará la falta de este material y aseguró que la obra se retomará a finales de enero.
Cambio en el alumbrado
Otro problema con el que se ha topado el Consistorio es el mal estado de la red de alumbrado público, por lo que deberá proceder a su renovación. Se trata de otro contratiempo no previsto en el proyecto, por lo que el alcalde vaticinó que finalmente la reforma de Gran Vía se encarecerá por tener que incluir la renovación del alumbrado y el cambio de materias primeras para la construcción de las aceras. La inversión prevista inicialmente asciende a 240.000 euros.
