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Jóvenes voluntarios trabajan en la excavación del complejo, este viernes en Inca.

Patrimonio

Inca rescata del olvido el talaiot de Son Mas

La ciudad ejecuta su primera prospección arqueológica en este poblado del siglo XI A.C.

Entre el pasado día 5 y hasta el próximo 30 de julio, un equipo formado por una veintena de arqueólogos, técnicos y voluntarios lleva a cabo la primera gran prospección arqueológica en el municipio de Inca con el objetivo de recuperar del olvido el poblado talayótico de Son Mas des Potecari, un yacimiento ubicado en una finca privada que es prácticamente desconocido por los inquers y que promete desvelar muchas sorpresas en los próximos años. 

La campaña se centrará este año en la consolidación de la edificación central, una gran plataforma escalonada en la que se cree que se llevaban a cabo rituales comunitarios. Esta estructura no ha sido nunca excavada en profundidad y en los años 60 estuvo a punto de desaparecer. Entonces resultó muy dañada por la acción de una máquina que se llevó numerosas piedras de la estructura para obtener grava destinada a las obras de la carretera entre Inca y Santa Maria. La intervención de varios historiadores, entre ellos Guillem Rosselló-Bordoy, que realizó la primera planimetría del poblado, evitó su destrucción total.

La máquina se llevó el anillo y parte de la estructura de la construcción megalítica, lo que por una parte impide la recuperación integral del conjunto pero por la otra permite a los expertos conocer de forma más directa la técnica constructiva

El talaiot de Son Mas des Potecari data aproximadamente del siglo XI A.C., una etapa que ejerció de puente entre la Edad del Bronce y la de Hierro. También se cree que la zona fue reutilizada entre los siglos III y IV D.C., en la época tardorromana.

Por ahora ya han aparecido elementos interesantes, como pequeños trozos de cerámica y fragmentos de huesos de cabra y oveja que formaban parte de la alimentación de los pobladores.

También se ha constatado que la plataforma escalonada conserva una galería subterránea de la que puede apreciarse una de las entradas, aunque no será hasta campañas posteriores cuando se realizarán las catas en este corredor cubierto que atraviesa parte de la estructura. 

Más adelante se excavará en las edificaciones que rodean la plataforma central, algunas de las cuales de planta circular. La existencia de pequeños montículos repartidos en toda la finca lleva a pensar que el poblado era de grandes dimensiones.

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