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Un grupo de pequeños juega al nuevo dominó.

Conocer la variedad local a través del juego

La Associació de Varietats Locals de Mallorca ha puesto en marcha una ludoteca para que los más pequeños de la casa aprendan las propiedades de las hortalizas, legumbres, cereales y frutas autóctonos

Un dominó, un tres en raya y un ¿quién es quién? Son las tres herramientas que utiliza la Associació de Varietats Locals de Mallorca para enseñar a los más pequeños de la casa las curiosidades y características de las hortalizas, legumbres, cereales y frutas autóctonos. Una manera de educar de forma divertida que parece que ha llegado para quedarse.

También disponen del juego tres en raya.

La idea surgió, según cuentan desde la entidad, de la necesidad de acercar estos conocimientos a los menores. Por ello se creó el proyecto ‘Educació ambiental sobre la biodiversitat cultivada de Mallorca a través del joc i l’hort’, que forma parte de un conjunto de iniciativas, y que fue financiado por la dirección general de Residuos y Educación Ambiental. «La ludoteca de variedades locales está pensada para llevarla a los talleres y fires para que los niños y niñas puedan jugar», subrayan.

El ¿quién es quién?

Los juegos fueron una realidad gracias a las manos de David Sapinya, quien ha confeccionado con mucho mimo cada pieza de madera. Llamaron a su puerta hace un año, y en menos de una semana ya lo tenía acabado. Es su especialidad, dice para quitarse mérito. Se trata de un conjunto de juegos (el dominó, tres en raya y ¿quién es quién? -su favorito-) que han sido elaborados con maderas recicladas. «Utilicé una cama, varios paneles y algunos muebles que recogí del Punt Verd», detalla Sapinya, quien es un apasionado de este arte.

Menores con diferentes juegos de mesa.

Para este barcelonés residente en Mallorca desde hace unos años, los juegos de mesa van más allá del entretenimiento. Son una herramienta para educar (en este caso con la temática de variantes locales de frutas y hortalizas), además de unir a las familias y los grupos y potenciar la creatividad, este último elemento a veces desdibujado con las nuevas tecnologías.

Según Sapinya, los juegos de mesa son un viaje al pasado en el que los pequeños vuelven a ocupar las calles, y sin otra pretensión que pasarlo bien, dan rienda suelta a su imaginación. «Y se relacionan de una manera sencilla y directa los unos con los otros», añade.

Los juegos de Sapinya no disponen de libro de instrucciones. «Dejo que creen ellos mismos», explica. Y en caso de que alguien le pregunte («siempre son los adultos»), les invita a fantasear.

En el caso concreto de estos tres juegos, Sapinya ha aportado el material y la Associació de Varietats Locals, el contenido. Así, las piezas tienen una pegatina con diferentes variedades locales de hortalizas, legumbres, cereales o frutos como la fava negra, fava mallorquina, mongueta rossa, mongueta negra, pasando por los diferentes tipos de melones (meló de feí rodó o meló des clot des pou) o tomates (tomàtiga negre o tomàtiga de pera), entre otros.

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