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Ses Salines exige al Govern que las visitas a Cabrera salgan de la Colònia

Medio centenar de afectados aplauden el apoyo del Ayuntamiento a las afueras de la casa consistorial

Concentración de los afectados en las afueras de la casa consistorial de ses Salines. E.C.

Una excursión a Cabrera va mucho más allá de la visita al parque nacional. Las excursiones suponen todo «un movimiento económico» para la Colònia de Sant Jordi y ses Salines. Por ello, el municipio hace piña para defender que las visitas a Cabrera salgan exclusivamente del puerto de la Colònia de Sant Jordi, el «puerto más próximo». Así, el ayuntamiento de Ses Salines aprobó ayer una moción en la que insta a la conselleria de Medio Ambiente a que el puerto de origen de la navegación a Cabrera sea el del lugar en que se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Cabrera, es decir, la Colònia de Sant Jordi. También se exige al Govern que «ejecute las actuaciones necesarias para que se mantenga la carga de visitantes en transporte colectivo en 300 personas simultáneamente», tal y como establece el Pla Rector d’Ús i Gestió de Cabrera. Mientras el Consistorio ayer daba luz verde a la moción, fuera sonaba un fuerte aplauso por el apoyo a las empresas de transporte colectivo Marcabrera y Excursions a Cabrera, pero, sobre todo, por dar apoyo a restauradores, comerciantes y hoteleros que también se benefician de esas visitas. Así, medio centenar de implicados se congregaron a las afueras del Consistorio para agradecer el apoyo municipal.

El motivo de dicha moción se debe a la intención de la conselleria de Medio Ambiente de que se pueda navegar a Cabrera desde cualquier lugar y no solo desde la Colònia de Sant Jordi. Además del régimen que regula el acceso de visitantes en transporte colectivo a Cabrera, que se limita a 300 personas diarias. Todo ello, según el alcalde Juan Rodríguez, supone «un golpe importante para la actividad turística de ses Salines». «Con la modificación legal solo podrán visitar el parque 300 personas al día, lo que reducirá sensiblemente el número de turistas que visiten ses Salines y la Colònia de Sant Jordi sin que ello signifique ninguna mejora medioambiental para el parque y perjudicando gravemente la actividad turística», reza la moción. Y es que «la gente que visita Cabrera crea un movimiento económico en el municipio», defiende el primer edil, que critica la maniobra del Govern de querer «cambiar de manera encubierta» el Pla Rector de Ús i Gestió de Cabrera.

Cabe recordar que la parte empresarial afectada por la nueva regulación del Govern presentó un contencioso y un juez presentó una cuestión de inconstitucionalidad sobre el artículo que regula el sistema de transportes a Cabrera.

La moción en ses Salines se aprobó con los votos a favor de toda la corporación menos la abstención de la integrante de Més en la coalición Endavant. Su líder Bernat Roig abogó por «hacer piña» ya que es un tema que «nos afecta a todos a nivel municipal». «Cabrera es un revulsivo económico», sentencia Roig, que razona que Ses Salines es un municipio pequeño y «Cabrera es nuestro factor diferenciador». Además, recuerda que hay muchos trabajadores que se benefician de estas visitas. «No es lo mismo tener 300 visitas al día, que 300 simultáneas en Cabrera», concluye.

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