La indumentaria y los objetos que han sido hallados junto a los restos de las víctimas del franquismo que han salido a la luz estos días en el cementerio de Porreres indicaría, según el equipo técnico de Aranzadi que trabaja en las exhumaciones, que estas personas asesinadas habrían formado parte de las sacas de las prisiones de Bellver y Can Mir que se llevaron a cabo entre los meses de enero y febrero de 1937. Las sacas consistían en la extracción masiva de presos de una prisión con la intención de ejecutarlos y fue un procedimiento habitual durante la Guerra Civil.

Entre los objetos que se han localizado destacan un peine, una llave y una caja de pastillas para la tos, un tipo de pastillero que ya se recuperó en una de las fosas excavadas en Porreres en 2016. El hecho de que sean propias de la época invernal lleva a pensar al equipo encargado de las excavaciones que los asesinatos se produjeron entre enero y febrero de 1937. Esta hipótesis coge fuerza si se tiene en cuenta el tipo de indumentaria de abrigo que se está localizando junto a las víctimas. A partir de este jueves está previsto iniciar las tareas de laboratorio para llevar a cabo el análisis antropológico y la documentación de todos los objetos localizados hasta ahora.

Según destaca el equipo técnico de Aranzadi, el estado de conservación de las víctimas exhumadas es bueno, a excepción de una de las fosas donde los restos se han disgregado debido al deterioro de la ropa que vestían. Hasta ahora, en esta segunda fase de excavaciones en el cementerio de Porreres ya se han exhumado doce individuos que estaban enterrados en las fosas no afectadas por la cimentación de hormigón armado que se encontró en el camposanto ‘porrerenc’.