Este mes se cumplen veinticinco años del final de una lucha vecinal para poder conseguir una farmacia para Pòrtol.
Los vecinos del núcleo marratxiner no tenían farmacia hace veinticinco años, y debían desplazarse a sa Cabaneta o Santa Maria, con las dificultades que entrañaba el no disponer del servicio público. Las personas mayores no tenían otra opción que solicitar la ayuda de un familiar, o vecino que dispusiera de coche, para poder retirar los medicamentos recetados. Tanto si se dirigían a sa Cabaneta como a Santa Maria, la distancia era superior a los dos kilómetros.
En el año 1990, siendo alcalde Guillem Vidal, se inició la lucha, reivindicando una farmacia para Pòrtol, la cual no podía ser concedida ya que la población no superaba los dos mil habitantes. Cada reclamación se encontró siempre con la oposición de la farmacia de sa Cabaneta, que defendía sus derechos en contra de la apertura de una farmacia en Pòrtol, por no tener los habitantes que marcaba la ley.
El consistorio realizó visitas a numerosas viviendas rurales, alguna de ellas situadas en es Pou des Coll, para intentar alcanzar la población mínima para la misma, sin lograrlo.
En el año 1992 se creó la Asociación de Vecinos sa Pua de Pòrtol, cuyo primer presidente fue Joan Francesc Canyelles y el secretario Antoni Roig, los cuales continuaron las gestiones para conseguir el servicio de una farmacia para la localidad.
Entre las acciones que emprendieron destacó la instalación de pancartas en la entrada del pueblo exigiendo una farmacia para Pòrtol. No hubo fiestas patronales donde no se reclamara este servicio. Incluso se promovió un boicot a la farmacia de sa Cabaneta, instando a los residentes de Pòrtol a desplazarse hasta Santa Maria para retirar sus medicamentos.
Consecución
En el año 1994 se concedió la farmacia de Pòrtol que abrió sus puertas en el mes de octubre del mismo año, ante la satisfacción del pueblo. La asociación de vecinos de Pòrtol celebró un acto de agradecimiento en la parroquia a las personas que más se habían destacado en la lucha para conseguir la ansiada farmacia, siendo obsequiadas las mismas con una escultura de Toni Roig, conocido como fundador de Al-Mayurca y por su dedicación a la defensa de las tradiciones y la cultura de nuestras islas.
