El ayuntamiento de Manacor trasladará en breve los más de 200 restos humanos encontrados en tres salas del cementerio de Son Coletes al osario municipal. Así lo han recomendado técnicos del propio consistorio a instancias de las autoridades judiciales que llevan el caso, según ha informado el equipo de gobierno.
Los restos humanos sin sepultar fueron trasladados durante una reforma en 1982 y depositados durante casi cuatro décadas en almacenes sin controlar. El Ayuntamiento apunta que seguirá haciendo una revisión exhaustiva de todos los documentos que afectan el caso, "dada la negligencia grave en la gestión llevada a cabo en el cementerio durante décadas y la necesidad de transparencia ante un tema tan sensible para la ciudadanía". Está previsto que este lunes se informe de la situación a los portavoces de la oposición.
El ayuntamiento de Manacor ya está recopilando datos y redactando una lista con los nombres de los actuales trabajadores y exempleados del cementerio de Son Coletes, así como todos los exresponsables políticos del espacio municipal desde 1982, para poder ponerla a disposición judicial cuando sea pertinente.
Los centenares de cuerpos y esqueletos hallados no volvieron a sus sepulturas, con lo que ahora se abre una investigación para poder depurar responsabilidades tanto del personal laboral como políticas. Hace dos años que murió el anterior responsable de son Coletes, que 13 de noviembre de 1998 fue expendientado y amonestado por falta leve de "falta de cuidado y negligencia en el ejercicio de sus funciones". Pese a ello el 18 de marzo de 1999 se canceló dicha amonestación, "y aún desconocemos el motivo". Ahora hace un año y medio desde que la nueva encargada cogió el mando.
El primer día de este mes cuando el nuevo concejal del área, Carles Grimalt y la regidora de Urbanismo, Núria Hinojosa, visitaron el cementerio para comprobar qué zonas estaban afectadas por humedades. Al llegar Grimalt, ya avisado previamente, mostró interés por entrar a una de las salas. Dadas las dificultades para abrirla, decidieron forzar la puerta para descubrir un dantesco panorama, formado por hileras de siete por diez cajas de madera conglomerada, amontonadas con cuerpos y restos, algunos identificados, pero todos ellos sin enterrar.
En seguida pusieron el hallazgo en conocimiento del alcalde, Miquel Oliver, el jefe de la Policía Local, Manuel Prieto, la Policía Nacional y la juez decana del Partido Judicial de Manacor, Ana Salmerón. A los pocos minutos se descubrieron dos habitaciones más con más cuerpos sin sepultar, que fueron precintadas.
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